Tras el ecuador de la jornada, los locales parecían haberse metido un poco más en el mismo, con más intensidad. Sin embargo, no lograron crear ocasiones de peligro. Los nuestros estaban tranquilos, controlaban el duelo en todo momento. En el último tramo, Velázquez fue expulsado del terreno de juego y daba una cierta ventaja a los catalanes, pero no supieron hacer de esta la victoria.

Así, los rayistas lograban la plaza que tanto ansiaban, el pase a Primera división. Esta la disfrutaron aún más tras la derrota del 1-2 en la ida, y la cual les complicaba el ascenso. Una vez más, el Rayo nos permite seguir soñando. Un duro trabajo realizado durante toda la temporada que se ha visto recompensado, por lo que el próximo curso lo afrontarán de nuevo con ganas e ilusión, pero, sobre todo, buscarán mantenerse en la máxima división.