MADRID | El nuevo complejo de Legazpi ahorrará 14 millones al Ayuntamiento

El alcalde ha visitado el antiguo mercado de Arganzuela que agrupará a 2.500 trabajadores

El alcalde ha visitado el antiguo mercado de Arganzuela que agrupará a 2.500 trabajadores

Las instalaciones contarán además con tres nuevos equipamientos que están pendientes de definir, un auditorio y un aparcamiento subterráneo.

Imagen: Ayuntamiento

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, acompañado de la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, y de la concejala de Arganzuela, Lola Navarro, ha visitado este lunes el antiguo Mercado de Frutas y Verduras de Legazpi, donde ha explicado que el Consistorio recuperará durante este mandato dicho espacio singular para ofrecer a los vecinos nuevas dotaciones y unificar oficinas municipales dispersas ahora en otros edificios de la ciudad.

 

Almeida ha explicado que esta será una de las actuaciones más importantes de los próximos cuatro años en materia de equipamientos, ya que supondrá la creación de un espacio de más de 23.000 m2 que podrá albergar más de 2.500 puestos de trabajo administrativo municipal. Esto permitirá el ahorro de unos 14 millones de euros al año en alquileres que el Ayuntamiento paga actualmente.

 

El alcalde se ha mostrado satisfecho de poder recuperar un edificio emblemático de la ciudad”, que dejó de tener uso “hace nada menos que 40 años, en 1983, cuando estas instalaciones se trasladaron a Mercamadrid”, lo que ha ocasionado un deterioro progresivo del edificio en el que ya se está trabajando “primero con obras de consolidación estructural, para posteriormente acometer la construcción de edificios de nueva utilidad”, ha explicado.

 

Asimismo, el proyecto ofrecerá el valor añadido de destinar otros más de 3.000 m2 del complejo a tres nuevos equipamientos que están pendientes de definir. A ello se sumará un auditorio de más de 1.100 m2 y un aparcamiento subterráneo de casi 6.000 m2. De esta manera, se podrá dar respuesta a demandas históricas del entorno, beneficiando no solo a Arganzuela, sino también al distrito limítrofe de Usera.

 

Almeida ha destacado “el extraordinario esfuerzo inversor” que está realizando el Ayuntamiento en este ámbito, “que va a permitir dotar al distrito de Arganzuela de nuevas infraestructuras y equipamientos para el disfrute de todos sus vecinos”. Para los trabajos, que serán ejecutados por el Área de Obras y Equipamientos, el Consistorio prevé una inversión de aproximadamente 64 millones de euros, una cantidad que gracias al ahorro en alquileres anteriormente citado se podría amortizar en unos cinco años.

 

Mediante esta iniciativa se recuperará para la ciudad y los madrileños un gran contenedor de titularidad municipal, se completará la actuación de Madrid Río en su extremo sureste después de haber cerrado el parque a su paso por el antiguo Vicente Calderón, y se rematará el eje norte-sur de la ciudad como culminación de Castellana, Prado y Delicias. Asimismo, el proyecto permitirá reactivar todo el entorno, introducir mayores niveles de seguridad, promover el comercio local, incrementar los servicios a los ciudadanos y, en definitiva, consolidar un polo de centralidad para el nuevo barrio de los Metales.

 

 



Se prevé una inversión de aproximadamente 64 millones de euros, una cantidad que gracias al ahorro en alquileres se podría amortizar en unos cinco años

Un mandato dedicado a consolidar el edificio

Desde 2019, cuando el Ayuntamiento paralizó por riesgo de colapso las obras iniciadas en el mandato anterior, el Área de Obras y Equipamientos ha invertido más de 16 millones de euros en obras de subsanación de patologías para consolidar el edificio. En este sentido, se han recalzado 517 zapatas, se han instalado 1.774 nuevos micropilotes, se han reforzado 96 pilares y se han reparado 14.500 m2 de losa. Además, está previsto que en 2024 se inviertan casi 10 millones de euros para finalizar dichos trabajos de consolidación.

 

El antiguo Mercado de Frutas y Verduras de Legazpi, de 35.000 m2 de superficie, fue construido entre 1926 y 1935 por los arquitectos e ingenieros Luis Bellido, Francisco Javier Ferrero y Alfonso Peña y quedó sin uso en 1983 tras la creación de Mercamadrid, donde se centralizaron los mercados mayoristas de la ciudad. El proyecto respetará la estructura de hormigón del edificio, al tratarse de un elemento protegido, mientras que el resto de los acabados se realizarán siguiendo los dictámenes de la Comisión de Patrimonio y con la estética del propio edificio y su entorno.

 

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