Hace justo un año, informábamos sobre el cambio de localización del Inter de Madrid. Boadilla del Monte era el nuevo hogar del conjunto interista, que, además, comenzaba a armar un proyecto que le permitió ser líder de Tercera durante las primeras jornadas del campeonato.

El equipo, sin embargo, se fue desinflando semana a semana, lo que se llevó por delante a Pablo López y provocó la llegada al banquillo boadillense del mítico delantero del Rayo Vallecano y del Getafe Míchel Carrilero.

Míchel logró estabilizar al equipo e hizo que terminara la temporada en el noveno puesto de la clasificación. El míster decidió no continuar al mando del primer equipo, lo que ha hecho que sea Fran Garrido el encargado de comandar una nave que sueña con los playoff de ascenso a Segunda B.