A través de un comunicado de Dorna, empresa organizadora del Mundial, se confirmó la muerte del mallorquín, quien se salió de pista chocando contra el muro mientras realizaba la segunda sesión de entrenamientos libres del Gran Premio de Catalunya.
Al instante, al percatarse de la gravedad del accidente, dos coches médicos, dos ambulancias y un helicóptero se acercaron a la zona para atender a LuisSalom. Debido a sus condiciones severas, el equipo médico decidió evacuarlo en ambulancia al Hospital General de Catalunya, en Sant Cugat del Vallès, donde fue ingresado directamente en el quirófano. Pese a los esfuerzos de los médicos para intentar salvarle la vida, el joven de 24 años del SAG Team no pudo superarlo.

Curva 12
La fatalidad se produjo cuando Luis Salom rodaba noveno en la curva 12, en la zona del Estadi, el penúltimo ángulo antes de entrar a meta. A falta de 25 minutos para la conclusión del entrenamiento, la sesión quedó suspendida.
El piloto portugués, Miguel Oliveira, que corría tras él, explicó cómo vio el accidente. “Era mi vuelta de salida, como él. He visto que Luis perdía la rueda delantera al principio de la curva. Fue algo muy raro, no sé realmente qué ha sucedido",explicó el luso
"Siempre en nuestro corazones"
La emoción, contenida en algunos casos, desatada en otros –en el del representante, los amigos o los integrantes del equipo, por supuesto, o el de su compañero, Jesko Raffin, que no compitió este fin de semana– se palpó durante la concentración en la parrilla de salida, donde se reunieron todos los pilotos de las tres categorías y prácticamente el paddock entero para un minuto de silencio que se convirtió en casi un cuarto de hora en que los presentes enmudecieron y la grada respondió con aplausos.

En cada esquina del paddock se leía esa frase -para el recuerdo- que ha marcado el Gran Premio de este fin de semana: "always in our hearts".
Navarro, ganador de Moto 3, se emocionó mirando al cielo cuando sonaba el himno español; Zarco -ganador en Moto 2- se acercó hasta la curva 12 para quemar rueda, señalando al cielo; y Marquez y Rossi se dieron la paz como buenos hermanos, en memoria de Salom. Eso sí, todos con la camiseta negra en recuerdo a Salom.
Los motores se apagan hasta el próximo Gran Premio, pero la curva 12 de Monmeló nunca lo hará.
¡Hasta Siempre, Mexicano!