El flamante fichaje fuenlabreño saltó a la palestra junto al equipo amarillo con el famoso “Alcorconazo” frente al Real Madrid, “hecho que atrajo todas las miradas hacia el equipo, si bien lo verdaderamente importante de aquella etapa fue el ascenso a Segunda División”. Etapa que compartió precisamente con otro de los jugadores azulones, Rubén Anuarbe, respecto del cual ha manifestado una enorme “alegría por reencontrarme no sólo con un gran amigo, sino con el mejor compañero que uno puede tener en el campo”.

Rubén Sanz (36) recibió la noticia de su ingreso en la entidad del “Cabeza, Corazón, Alma” con “muchísima ilusión tras un complicado año en el Alcorcón”, y añade que es una “oportunidad para sentirme futbolista de nuevo, pisar el césped y calzarme las botas para ayudar a este gran equipo" tanto en defensa, como en su posición estelar: el centro del campo.

De él dicen que es un versátil centrocampista, amén de su intachable liderazgo, que aporta equilibrio táctico en las parcelas defensiva y ofensiva y siempre se muestra competitivo y ambicioso en el campo. Él, mucho más humilde, resalta que se “vacía dentro y fuera del partido, todo por el fútbol”. “Mi vida diaria está dedicada plenamente al deporte y a cuidar mi forma física”. Y apela a dicha humildad para mostrarse prudente con un ascenso que “por supuesto puede darse nuevamente en otro club madrileño, pero con prudencia, trabajo diario y respeto entre los compañeros como punto de partida”.