Isabel Díaz Ayuso ha respondido a las últimas acusaciones sobre su estancia en el chalet público propiedad de la Comunidad de Madrid en Rascafría, y que se conoce como la Estación Biológica El Paular. La presidenta del Gobierno madrileño ha denunciado el "ataque personal" constante que sufre desde hace seis años, donde "haga lo que haga", todo está mal. Incluso ha ironizado con que le intentarían buscar una trama corrupta aunque se fuera "debajo de un puente".
"He estado dos días en una casa de la que ahora vamos a dar explicaciones, me llevé mi comida de casa, cené en un restaurante del pueblo y compré en el Coviran con mis medios", señala la regidora. Ayuso también ha recordado que ella es quien costea sus propias vacaciones, "me pago mis billetes de avión, mis restaurantes y mi casa", además de tener su sueldo congelado desde hace quince años, "¿puede el presidente del Gobierno decir lo mismo?".
"Quieren acabar conmigo en lo personal", denuncia la presidenta, asegurando que "se han vertido todo tipo de mentiras" y exageraciones sobre la casa en la que vive, "porque pretenden equiparar toda la trama de corrupción" que salpica al PSOE y al entorno de Pedro Sánchez, "con los demás, de manera espejo". Además, ha elaborado una lista aproximada de gastos del Ejecutivo central y su Gobierno, señalando que un viaje en el Falcon "vale lo que todo el gasto en la Comunidad de Madrid en un año".
"¿Me van a equiparar los viajes en Falcon a República Dominicana, que son centenares, los cuatro palacios durante siete años, todos los gastos de quince ministros que viven en instalaciones públicas, con dos días con mi tupper? Pues van apañados", sostiene Ayuso, defendiendo, además, que el terreno de Rascafría que su Gobierno ha recuperado es para el uso y disfrute de los madrileños.
El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, también ha querido responder a las acusaciones que se vierten sobre el uso de esta casa. Novillo ha explicado el camino que siguió la Comunidad de Madrid para conseguir este inmueble, recordando que fue una propuesta de los técnicos de medio ambiente "por su valor incalculable desde el punto de vista ecológico".
Y es que, el terreno era propiedad de un particular que lo puso a la venta, momento que aprovechó el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso para ejercer su derecho de retracto y adquirir dichos bienes para, posteriormente, incorporarlos al Parque Nacional del Guadarrama.
"Esta finca, que se compró por 4,3 millones, un precio prácticamente idéntico al que compró Patrimonio del Estado la finca colindante, incluye tres instalaciones", desarrolla el consejero. Por un lado, la ermita que ha sido reabierta al público y la cual "tiene mucho arraigo en el municipio". También tiene lo que se conoce como la Casa de la Madera, una antigua serrería que se va a rehabilitar para que sea la sede de la oficina de los Agentes Forestales de la comarca y centro de trabajo del personal del parque.
El último inmueble que conforma el espacio es la casa donde se han volcado todas las denuncias. Un edificio que, "ni mucho menos, responde a esas características que se están vertiendo", y cuyo valor dentro del conjunto es "muy inferior a esos 4,3 millones de euros". Una casa que se convertirá en sede de trabajo del Consejo de Gobierno, de la Consejería que él dirige y "puede ser utilizado como pernocta de aquellos miembros del Gobierno que puedan, estando en alerta, sobre todo la presidenta, utilizarla de seguridad y de intimidad, valoradas por sus servicios de seguridad como óptimas"