Colmenar Viejo y la planta de biogás tienen nuevo capítulo con una nueva protagonista. Durante el tercer punto del Orden del Día del pleno ordinario de mayo del ayuntamiento, la corporación municipal debatía el Dictamen de Comisión Informativa sobre 'Resolución recurso de reposición contra acuerdo plenario de fecha 25/04/2024 sobre declaración de interés público de las instalaciones de tratamiento de biorresiduos, en el polígono 41 parcelas 69 y 70'.
Se trata de una reclamación administrativa presentada por una entidad local para que la misma autoridad que dictó la decisión la revise y la cambie. En este caso, se solicitaba al Ayuntamiento de Colmenar que revisara y anulara la decisión tomada en 2024 que daba luz verde a la planta de biogás. Un año después, la oposición tilda de "traición" lo ocurrido durante la votación.
Contra todo propósito, el Partido Popular de Colmenar Viejo obtenía apoyos de la bancada contraria tras la abstención de la concejala socialista, Begoña Sanz. De esta forma, la utilidad pública salía adelante con los 12 votos del PP, la abstención de la socialista y los 12 votos en contra de Ganemos, Más Madrid, Vox y PSOE. El portavoz de Ganemos Colmenar, Carlos Gómez, tildaba de "Tamayazo" lo sucedido: "Una jugada de trilerismo político por el PSOE de Colmenar Viejo para permitir que la macroplanta siga la tramitación pero votando en contra para guardar las apariencias", sentenciaba en redes.
EL PSOE NO CREE EN "PARTIDOS UNIFORMES"
Desde el PSOE salían a respaldar a su concejala. En un comunicado compartido a la ciudadanía y prensa, el grupo municipal que lidera Paloma Maroñas aboga por "defender el derecho legítimo a votar conforme a su criterio y convicciones". Los socialistas muestran su rechazo "a las formas de hacer política que se apoyan en el bulo, la media verdad y el titular fácil, diseñado únicamente para alimentar el ruido en redes sociales y la confrontación estéril".
Maroñas respaldaba la decisión de Sanz porque "se ha hecho dentro del marco democrático y con el máximo respeto a los valores que representamos. En nuestro grupo no creemos en los partidos uniformes que exigen obediencia ciega y rechazan cualquier forma de disenso. Eso no es política democrática, eso es disciplina autoritaria". Continúa señalando que "frente a quienes creen que todos deben pensar igual, votar igual y hablar igual, nosotros reivindicamos la política hecha por personas libres, comprometidas y responsables. Preferimos mil veces una voz que reflexiona y decide por sí misma, a un coro que repite sin pensar lo que se le dicta".