Hace tres años, Alcorcón eligió cambio. Nuestras vecinas y vecinos decidieron, con su voto, dejar atrás 8 años de insultos a las mujeres, persecución a los trabajadores públicos y montañas de basura acumuladas en las calles, escogiendo un rumbo progresista y municipalista para Alcorcón. En 2019, cuando gobernaba el Partido Popular, el gran tema de debate en la ciudad era la basura.
Hoy, a finales de mayo de 2022, podemos decir, con orgullo, que estamos acogiendo la fase final de la Copa de la Reina, que estamos llevando el compostaje comunitario a los barrios o que el Ayuntamiento subvenciona el 100% de la instalación de placas solares para familias vulnerables, una medida sin precedentes para no dejar a nadie fuera de la transición a renovables.
Cualquiera que tenga un poco de honestidad reconocerá que Alcorcón ha cambiado como de la noche al día. Y si no, que se lo digan a los barrios en los que ya hemos instalado el alumbrado LED. A principios de legislatura nos marcamos tres objetivos de Gobierno.
En primer lugar, convertir Alcorcón en la Capital del Reciclaje, para liderar la transición ecológica en el sur de Madrid; en segundo lugar, ser una Ciudad Violeta que cuide desde la cercanía, y en tercer lugar, rejuvenecer Alcorcón para que se adapte a los cambios. Sin embargo, para avanzar en ello hemos tenido que superar muchas dificultades. Antes tuvimos que hacer algo tremendamente básico y, a la vez, enormemente revolucionario: poner orden.
El problema del Partido Popular no es que fuera más o menos de derechas, el problema del Partido Popular es que vino a dinamitar las instituciones de Alcorcón y vino a destruir el patrimonio público de todas las vecinas y vecinos. Cuando entramos a gobernar, nosotros no nos dedicamos a hacer una pose más a la izquierda, sino que nos dedicamos a poner orden para que la ciudad funcionara.
Hoy, a finales de mayo de 2022, podemos decir, con orgullo, que estamos acogiendo la fase final de la Copa de la Reina, que estamos llevando el compostaje comunitario a los barrios o que el Ayuntamiento subvenciona el 100% de la instalación de placas solares.
Salvamos la empresa pública de la disolución, reactivamos la casa de las mujeres, empezamos a hacer – por fin – políticas de renovables y movilidad sostenible, reanimamos el centro joven, compramos las viviendas del Plan Permuta, asfaltamos la ciudad en verano, pusimos en regla decenas de situaciones que estaban fuera de la ley…
Porque frente a la retórica del ruido y la confrontación, frente a la retórica de las palabras gruesas y la agenda ideológica, nosotros respondemos con hechos y con visión de futuro. Porque es ahí dónde nos jugamos el bienestar de nuestras vecinas y vecinos y porque es ahí donde se construye la ciudad, que es de lo que trata el municipalismo.
Porque nosotros trabajamos para salvar el planeta por convicción municipalista, porque si mejoramos la calidad del aire lo agradecerán los pulmones de cualquier vecino, sea de derechas, de izquierdas, de centro o apolítico.
También promovemos el feminismo por convicción municipalista. porque si recuperamos la plaza pública y tenemos unos barrios donde se conviva en igualdad, eso va a suponer vivamos mejor todas y todos. Y, por supuesto, cuidamos lo público por convicción municipalista, porque nadie debería olvidar que los Ayuntamientos no son de los partidos, son de las vecinas y vecinos.
Estamos orgullosas y orgullosos del trabajo desempeñado estos años, aunque somos conscientes de que nos queda muchísimo por hacer. La esperanza que hizo posible el cambio es la que hoy se está traduciendo en políticas públicas pioneras en reciclaje, sostenibilidad, renovables, feminismo, reactivación del comercio de proximidad o recuperación de lo público, entre otras tantas cosas.
Nuestro Gobierno se va a dejar la piel en el año que queda por delante para seguir avanzando hacia un Alcorcón para vivir, pensando no en lo que ocurrirá la próxima semana, sino en la ciudad que queremos tener para la próxima década.