“Un bombero tiene que estar preparado siempre”, nos explica Aurelio Fernández, Jefe-Supervisor del Parque, porque una emergencia no entiende de horas, y aquí en Villa ha sido más de un bombero el que “ha salido volando” en mitad del sueño, de la ducha, “e incluso del afeitado”, bromean entre los miembros de la dotación. Lo cierto es que, estén donde estén, solo pueden hacer una cosa: intentar llegar lo antes posible.
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Como si el mal, fuese el de uno mismo
Y es que esa prisa solo se puede entender, si se comprende la mentalidad que tienen nuestros bomberos. “Imaginamos que la persona que necesita nuestra ayuda es de nuestra propia familia”.
Bajo esta filosofía llevan trabajando casi 50 años, veinte de ellos, en las actuales instalaciones del Parque de Villaviciosa. Ha sido esa forma de asumir el trabajo la que les ha unido como a una verdadera familia. “Cualquiera podría entrar en el recinto y vernos discutir como lo hacen los hermanos”, comenta Aurelio. Sin embargo, “cuando suena la sirena, somos amigos íntimos. Nuestras vidas dependen las unas de las otras”. Eso también les ha hecho fuertes, algo completamente necesario, dadas las situaciones a las que se enfrentan.
Aurelio y su equipo confiesan que no es fácil liberarse de la carga de trabajo, sobre todo, de la emocional. “Empatizamos mucho con los males de la gente y es como un vaso que se va llenando poco a poco. Cuesta desconectar, y a veces, explotas”, explican.
La mirada de una persona sincera y agradecida a la que acabas de ayudar. Ese es el mayor pago para cualquier bombero
Para que esta entrañable iniciativa haya sido posible han hecho falta muchas horas de ensayo, pero sobre todo, mucha ilusión. Algo que a nuestros bomberos y al resto de participantes no les ha faltado en ningún momento. Y es que por una buena causa, se mueven montañas. Así, con Juan, uno de los pequeños que padece el Síndrome CDG, 15 familias de bomberos, las niñas que han participado en el baile, la empresa Electroson – que no pudo contenerse y también se animó a participar – y la apodada cariñosamente por los bomberos como el “huracán” y coordinadora del flashmob, María Vallecillo, con quien hemos tenido el placer de compartir esta experiencia y la difusión del evento en nuestro medio, la magia ha sido posible.
Vallecillo no ha podido esconder la emoción al comprobar como tanto los propios bomberos, como los niños y el resto de participantes en la iniciativa se han volcado en la realización del proyecto. “Estoy abrumada y al mismo tiempo orgullosa”, nos explica. “Todos los bomberos se han portado de maravilla con los niños y con el baile”, y admite que “fue una verdadera revolución lo que montamos en en el parque y estamos muy agradecidos de que nos hayan dejado llevarlo a cabo”.
Con este maravilloso vídeo consiguen, con una iniciativa tan original como divertida, dar visibilidad a una enfermedad que hoy es considerara rara. El Síndrome CDG es una anomalía hereditaria de los padres a los pequeños, cuyo origen se encuentra en el metabolismo de las glicoproteínas, y que puede llegar a causar una enfermedad multisistemática – en varios órganos vitales del cuerpo -, muy grave en algunos de los casos.
Además, el grupo que ha formado María no se ha detenido ahí, ya que también han impulsado un calendario solidario junto con los Bomberos de Villaviciosa de Odón, y que podremos adquirir a finales de este mes. El calendario es muy especial y tiene un precio de 10 euros. Podrá adquirirse tanto a través de la página web AESCDG, como en el Parque de Bomberos de nuestra localidad. Desde nuestro medio queremos daros las gracias por hacer posibles este tipo de iniciativas, que hacen visible algo tan grande e importante como es ayudar a aquellos que más lo necesitan; los niños.
La ilusíón por el trabajo que desempeñan nuestros bomberos se puede ver a simple vista. Una labor que, en algunas ocasiones, pasa desapercibida. En Villaviciosa ya somos conscientes, y por ello, os estamos tremendamente agradecidos.