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Los niños saharauis de acogida reciben una revisión médica general
Los menores fueron atendidos por el Servicio de Pediatría y Oftalmología del Hospital de Móstoles
Móstoles |

Cada verano Móstoles participa en el programa ‘Vacaciones en Paz’, con el cual niños y niñas saharauis procedentes de campamentos de refugiados de Argelia disfrutan de unos meses con familias de acogida de la localidad. En nuestra localidad lo organiza la Asociación Móstoles con el Pueblo Saharaui, que también contempla la atención médica en el Hospital Universitario de Móstoles.

En la jornada de ayer, los menores saharauis que acoge la ciudad fueron sometidos a una revisión médica general realizada por el Servicio de Pediatría, y una específica de la vista por el Servicio de Oftalmología.
Las profesionales de enfermería se encargaron de informar a los menores de las pruebas que se les iban a realizar y cómo sería el proceso. Por orden, cada uno fue pasando a la consulta individual para ser atendidos por los médicos.
Durante su estancia en la localidad, los niños y niñas también participarán en actividades culturales, lúdicas y deportivas, además de excursiones a ciudades entre otras alternativas. Y, por supuesto, también podrán perfeccionar su español.

 Los niños y niñas también participarán en actividades culturales, lúdicas y deportivas, además de excursiones a ciudades entre otras alternativas

Un compromiso con el Sáhara

El programa ‘Vacaciones en Paz’ se realiza desde la Asociación Amigos del Pueblo Saharaui como parte de su compromiso con los refugiados del Sáhara en Tinduf (Argelia). Cada verano, distintos municipios de España continúan con esta labor a través de las asociaciones locales, mediante las cuales se organiza el programa de familias de acogida para los meses de verano.
El programa está enfocado en acoger a niños y niñas de entre 7 y 12 años, permitiéndoles disfrutar de un verano alejado de las altas temperaturas a las que se llegan en los campamentos, incluso llegando a los 50 grados.
Desde el Ayuntamiento de Móstoles se ha resaltado que los menores, además, se enfrentan a la escasez de recursos con los que cuentan los campos de refugiados, así como dificultades de escolarización y atención sanitaria.