Con la llegada del verano, se espera el aumento de la presencia de piscinas portátiles en los hogares españoles.
Pero según advierte el Colegio de Aparejadores de Madrid, las consecuencias de poner estas piscinas son imprevisibles, mayoritariamente en zonas de terrazas y balcones.
Se deben tener en cuenta las características del forjado que va a soportar el peso de la piscina insisten los especialistas del Gabinete Técnico de esta institución. “El forjado, como elemento estructural, está diseñado para unas determinadas cargas de uso” indican desde la Asesoría Técnica de la entidad.
En cualquier caso, El Colegio de Aparejadores de Madrid recomienda contar con un profesional que analice y evalúe todos los parámetros
Según David Arias, miembro de la Asesoría Técnica, la estructura del forjado es otro elemento fundamental a la hora de posicionar estas piscinas, pues la resistencia de la sobrecarga varía enormemente. Además es importante estudiar el estado del edificio en busca de lesiones, rajas, armaduras, etc.
Teniendo en cuenta todos los factores, la sobrecarga del forjado tendría que estar entre 200-300 kg por metro cuadrado y la profundidad no superar los 20-30 cm en uso. Y la ubicación más aconsejable para la instalación de estas piscinas es la situada entre viga y pilar o directamente en contacto con un terreno.