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"Me he vaciado de una forma descomunal en este disco"
Rayden nos presenta su 'Sinónimo', nuevo trabajo que vio la luz el 18 de enero y con el que está cosechando un arrollador éxito

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Hablamos con Rayden sobre su nuevo trabajo 'Sinónimo'

Madrid |

“Indiscutible”. Así lo describe. Rayden lanza ‘Sinónimo’ (2019), y nos parece elocuente -ironía- preguntarle cómo definiría, con un sinónimo, este nuevo trabajo. Y no titubea -nada- al elegirlo, “porque es una energía tan pura que te puede atravesar o la puedes esquivar, pero no la puedes discutir”. Aprovechando nuestro encuentro en los estudios de Warner Music Spain, intentamos exprimir al máximo lo que podamos del artista, y qué fácil nos lo pone.

El ‘don’ que tiene para expresar la profundidad de un sentimiento no se desprende de él ni en una coloquial charla como la nuestra. Un poeta lo es siempre. Y hasta describiendo lo más sencillo nos hace ver porqué se ha convertido, tras casi veinte años de incansable trabajo, en una de las principales voces urbanas de nuestro país.

‘Sinónimo’ forma parte de una trilogía que comenzó con ‘Antónimo’ (2017) y que finalizará, previsiblemente a finales de 2020 o principios de 2021, con ‘Homónimo’. Un trabajo en el que Rayden confiesa haber sentido que se estaba “vaciando de una forma descomunal”. “Es que no me he quedado en carne viva, me he quedado en pellejo”, especialmente en “tiempos donde todo es tan superfluo, postura y artificio”.

Rayden, durante nuestra entrevista en Warner Music Spain / Imagen: redacción

“Momento prolífico”

Dos décadas de trayectoria es todo un viaje, y hablando de viajes coincidimos en que no es tan importante el destino como con quién se comparte el camino. Por eso, los compañeros que ha elegido Rayden para dar color a este ‘Sinónimo’ (Bely Basarte, Iván Ferreiro, Andrés Suárez, Pablo López y Rufus T. Firefly) no han sido “por tirar de fondo de armario, ni por maquillar el track list”, sino porque “eran las mejores puntas de lanza que podían llevar las canciones adónde quería”. Cuando empezó a plantear las temáticas del álbum, “me di cuenta de que, por mí mismo, no podía hacer un tema redondo”, y pedir ayuda es más de valientes -siempre- que de cobardes. “Suerte que todos dijeron que sí”, sonríe.

'Caza de pañuelos' es un tema que compuse desde un punto de hastío, de asco y de ponzoña, pero yo no tengo que ser el hombre salvador. No pasa nada por estar en la segunda fila, no se cae el mundo

Sus principios están por encima de cualquier cheque, “quiero vivir y morir con ellos”, y es algo que ha demostrado, por ejemplo, rechazando actuaciones que, hablando de ventas, ‘le convenían’. Pero recalca que “no todo el mundo tiene que tener esta voz activa, que cada uno haga lo que quiera”. Eso sí, no soporta la indiferencia. “Hay artistas que se mantienen impasibles, enmudecidos, sin opinión ni sentido crítico, que parece que viven en una Atalaya”, prosigue, “así cómo quieres que me emocione con tu música, si no veo ningún tipo de emoción en ti. Aunque sea asco, aunque sea aburrimiento”. Aboga por “no caer en lo panfletario”, pero la vida es mojarse. “Si tienes algo que decir, dilo”.

Cuando termine esta trilogía musical, desconoce qué será de él. “Nunca he sabido ver más allá de ‘Homónimo’”, dice, dejándonos el misterio metido en el cuerpo. Lo que sí sabe es que habrá un fin de gira espectacular, como la ocasión merece, “en el Wizink Center, con todos los invitados”. Después, lo que venga, pero mantenemos la calma porque, parafraseando a ‘Lo segundo, el talento’, track14 de ‘Sinónimo’, “el fin no es el final”.