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¿Los superalimentos son mágicos?
La respuesta es sencilla: no, no lo son
Madrid |

El término 'superalimento' generalmente se usa para indicar que un alimento contiene una alta cantidad de ciertos nutrientes. Como antioxidantes, vitaminas, minerales, etc. Pero es imposible decidir qué un alimento es mejor que otro sólo porque contenga determinado nutriente.

¿Qué son?

Partimos de la base de que no existe una definición clara y mucho menos definitiva de qué es un superalimento. Tampoco hay unos criterios concretos que los alimentos deban cumplir explícitamente, para alcanzar la calificación de superalimento. De hecho, dicho término no es reconocido ni utilizado por la comunidad científica. Es ante todo una herramienta de publicidad y marketing.

¿Cuántos más mejor?

La excusa que se esgrime para vender superalimentos es que estos contienen muchos nutrientes. Una afirmación que se puede aplicar a infinidad de productos que no se califican como tales. El grave problema está en que, desde tal perspectiva parece que los alimentos fueran buenos o malos. Y que la alternativa consiste en: superalimentos o ¿qué?

Y esta es una visión demasiado simplista de la nutrición. Porque destaca ciertos alimentos y nos hace olvidar los beneficios de una multitud de otros. Los seres humanos son omnívoros por naturaleza (aunque hay elecciones de vida diferentes y muy respetables). Por ello necesitan consumir diferentes tipos de alimentos para estar sanos. Y cada uno tiene su lugar en una dieta saludable.

Categorizar los alimentos solo de acuerdo con su valor nutricional nos hace olvidar varias cosas. Entre ellas el impacto que los mismos tienen en el medio ambiente. Un buen ejemplo de ello son las frutas exóticas que se encuentran en las tiendas de comestibles los 365 días del año. O las fresas que se venden en pleno invierno y fueron cultivadas en invernaderos.

El término 'superalimento' generalmente se usa para indicar que un alimento contiene una alta cantidad de ciertos nutrientes

Un gran negocio detrás

La industria alimentaria siempre se mantiene al día de las últimas tendencias en nutrición. Y dado que el término superalimento no tiene una definición fija, cualquier marca puede utilizarlo en su campaña de marketing. Y si el producto final es o no tan 'super' como lo pintan, acaba siendo lo de menos.

Para hacer elecciones claras necesitamos información veraz. Y eso se aplica a todos los órdenes de la vida, desde los libros que leemos, si jugamos al blackjack o si compramos determinado aparato. Con los alimentos pasa exactamente lo mismo. Que algo esté catalogado como superalimento no implica que sea mejor o peor que otro producto. Lo que sí está claro es que tiene un buen Marketing.

¿Los tomo o no?

Lo ideal es incluir en nuestra dieta más productos sin procesar, principalmente de origen vegetal. Y si son de cultivo ecológico, sin el agregado de agroquímicos mejor que mejor. Decantémonos por aquellos alimentos que le hacen bien a nuestro organismo, que aportan energía y sacian nuestro apetito.

Y si queremos agregar superalimentos, no hay nada malo en ello. Siempre que lo hagamos con moderación. Y no esperemos ni resultados maravillosos ni le confiramos poderes mágicos. Porque seguramente seremos presa de una amarga decepción.