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Amanda Avilés

@AmandaCoconutt

“Si tiene algún sentido, puede que sea encontrar la diferencia entre pasar y dejar huella”. Esa es una de las frases que aparece en ‘Merlí’, uno de los temas que, a día de hoy, hemos podido escuchar del nuevo trabajo de Miss Caffeina. A un día del lanzamiento de su cuarto disco, al que han bautizado como ‘Oh Long Johnson’, el cuarteto ha conseguido reenganchar a su público de tal forma que ya saborean el éxito sin haber llegado, siquiera, el álbum al mercado. Y, ahí, quizá, se encuentre la gran diferencia entre pasar y dejar huella.

A partir de mañana, 1 de marzo, ‘Oh Long Johnson’ será del público, pero, antes de que eso pase, hemos podido hablar con sus padres para conocer los entresijos de su creación, para indagar en la razón por la que somos tan digitalmente inhumanos y para aprehender (sí, con ‘h’), porque nunca está de más.

Los (i)límites

Uno de los miedos de Miss Caffeina, y en concreto de Alberto Jiménez, era ‘Reina’. Junto a ‘Merlí’ y ‘Prende’, es una de las tres joyas que ya podemos desgranar de ese ‘Oh Long Johnson’. “Te da un poco de ‘vergüencita’ cuando sientes que te expones demasiado, pero, luego, te das cuenta de que, siendo muy natural, la gente acepta las cosas muy bien”. Y es que si algo caracteriza a Miss Caffeina es su indiscutible personalidad, y libertad. De hecho, reconocen tener un atrevimiento “casi kamikaze” a la hora de no tener miedo a “darle a una canción lo que necesita sin pensar que nos estamos yendo por derroteros que no son, o si va a funcionar o no”.

Pero también tienen muy claro dónde está el límite del ‘sí’. “Nunca haríamos las cosas para un fin concreto que no sea el hecho de hacer música que nos gusta”. Y matizan. “Parece algo que solo hace la gente que se dedica al pop más prefabricado, pero es muy fácil dejarse llevar, o querer ‘sonar a’. Nosotros no lo haríamos porque nos sentiríamos disfrazados”.

El ‘Oh Long Johson’ de Miss Caffeina, empezando por el título (que os invitamos a ‘googlear’), es lo más parecido a una sátira del mundo en el que vivimos, donde todos estamos conectados, pero no unidos. “Creo que el disociar y separarnos de nosotros mismos es una cosa muy importante”, dice Sergio Sastre, perdiendo un poco la esperanza en una solución a corto plazo. “La vida, tal y como la tenemos montada, hace bastante difícil la autoconsciencia”.

Introspectiva emocional

Aún así, reconocen deberles muchos favores a las redes sociales. “Nosotros empezamos ya con MySpace, que fue la puerta para empezar a tocar en otras ciudades y que hubiese gente en la sala”, añade Toni Poza. No olvidan que “si llegar a un sello (discográfico) con internet ya fue un camino, hacerlo sin ello hubiera sido mucho más difícil”, pero consideran que falta equilibrio. A su juicio, “la falta de empatía igual es lo que hace que vivamos momentos complicados en todo el mundo”.

Conceptos que están muy presentes en ‘Oh Long Johnson’, donde aseguran (dejándonos con la intriga ‘in crescendo’) haber tocado “temas que nos preocupan y que siempre nos han preocupado”, intentando que “todo tenga un sentido bastante grande dentro del ritmo y las bases”. Un disco al que consideran “el más pop” que han hecho hasta el momento, y que, “en general, es bastante bailable”, pero dejando sitio “para el medio tiempo y para la reflexión”.

Los Miss Caffeina son conscientes de que, después de la gira de ‘Detroit’, les toca superarse a sí mismos. Con la que arrancan presentando ‘Oh Long Johnson’ (9 de mayo, en La Riviera de Madrid), ya tienen claro “cómo queremos trabajar los bloques, la escenografía y las emociones que queremos transmitir”, y que “no va a ser el Motor City Show”, sino diferente. Su objetivo primario con este cuarto trabajo es “que sea un disco importante para la gente que nos sigue y la que venga nueva”. La voz de Alberto completa la frase. “Que marque una época de su vida, igual que, para mí, por ejemplo, muchos discos de Madonna y de Bowie la han marcado”.