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Almeida pide a la Virgen de la Almudena por "los más desfavorecidos"
El alcalde acudió a la misa, y aprovechó para pedir "por los que más lo necesitan, para que sean objeto de nuestros desvelos"
Madrid |

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, acudió ayer a a la misa mayor en honor a Nuestra Señora de la Almudena, patrona de la capital, presidida por el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, en donde ha renovado el Voto de la Villa cumpliendo así con la tradición tras una ofrenda floral en el altar.

Almeida, ha pedido “en nombre de todos los madrileños”, consuelo “a las familias que han perdido a alguno de sus miembros, atención a las necesidades de los más débiles y desfavorecidos, de manera que los que menos tienen sean objeto preferencial de nuestros desvelos” y “reconocimiento para nuestros mayores, para que no les falte nuestro rendido homenaje y nuestra gratitud por una vida entera dedicada a trabajar por los suyos y por toda la ciudad”.

El alcalde también ha implorado protección “a nuestras familias, célula básica de la sociedad, para que se mantengan unidas y sean el espacio de amor y respeto en el que nazcan y crezcan las futuras generaciones de madrileños” y apoyo a los jóvenes, “para que se formen con tenacidad y sacrificio para servir mejor a esta ciudad que pronto estará en sus manos”.

Reconocimiento para nuestros mayores, para que no les falte nuestro rendido homenaje y nuestra gratitud por una vida entera dedicada a trabajar por los suyos y por toda la ciudad

 

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En su alocución, asimismo, el alcalde, que se ha referido a Madrid como “una ciudad que se levanta, florece y, por su pujanza y energía, atrae cada vez más miradas”, ha apelado a “tener siempre presente nuestra responsabilidad como capital” y ha abogado por “un futuro de unidad, de prosperidad y de justicia social”.

Por último, ha pedido a la Virgen energía “para que día a día todos contribuyamos a la construcción de una ciudad más caritativa y más justa, que “no perdamos nunca la sonrisa sincera y el abrazo acogedor con el que recibimos a todos sin excepción”, y que “esta Villa de Madrid no olvide nunca sus tradiciones, su fe, su modo de ser propio y su esencia”.