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La procesión Magna Mariana de Leganés reúne a miles de feligreses
Acudieron más de 40 hermandades para celebrar el 600 aniversario de la Hermandad de Nuestra Señora de Butarque
Leganés |

Más de 2000 personas, 40 hermandades, una treintena de sacerdotes, autoridades civiles y militares, se unieron, el pasado sábado 4 de mayo, al obispo de Getafe, D. Ginés García Beltrán para festejar el 600 aniversario de la fundación de la Hermandad de Nuestra Señora de Butarque, patrona de Leganés, con una eucaristía solemne y una procesión por las calles de la localidad.

Era la primera vez en la historia que se realizaba esta procesión, conocida como Magna Mariana, en la Comunidad de Madrid y en la Diócesis de Getafe. Esta procesión consiste en reunir las imágenes más veneradas de la zona, en este caso, las que están agrupadas en la Diócesis de Getafe. El prelado diocesano estuvo acompañado por el vicario episcopal de Apostolado Seglar, Jaime Bertodano, el delegado de Hermandades y Cofradías, Pedro Chaparro, y el de Liturgia, Pedro Merino, entre otros presbíteros diocesanos.

Junto a la imagen de la Virgen de Butarque, patrona de Leganés, procesionaron la de Getafe, la Virgen de los Ángeles, patrona también de toda la Diócesis; Ntra. Sra. del Carmen, de Torrejón de Velasco; Ntra. Sra. de Gracia, patrona de Chinchón; la Virgen del Consuelo, patrona de Ciempozuelos; Ntra. Sra. del Socorro, patrona de Villamanta; la Virgen de los Santos, patrona de Móstoles; Ntra. Sra. del Roble, patrona de Cenicientos; la Virgen de la Soledad, de Fuenlabrada y Ntra. Sra. de Fátima, de Alcorcón.

Ante la magnitud del acontecimiento, el delegado de Hermandades y Cofradías de la Diócesis, Pedro Chaparro, ha subrayado que ha sido “una demostración de fe y de devoción a la Virgen en la que se ha podido evangelizar por las calles de la ciudad de Leganés”.

Al término de la Eucaristía y antes de la procesión, el prelado visitó cada una de las imágenes presentes que después recorrieron las calles de Leganés, desde la Plaza de España hasta la Parroquia San Salvador, acompañadas por los miembros de sus hermandades y cofradías y centenares de fieles devotos, en un camino que se prolongó hasta bien entrada la medianoche.