Durante el pasado verano, la dirección deportiva del Getafe hacía un esfuerzo económico para reforzar a una plantilla que afrontaba el reto de las tres competiciones: La Liga, la Copa del Rey y la Europa League. El sueño de volver a Europa conlleva, además de la ilusión propia de jugar un torneo europeo, mucho trabajo y esfuerzo, además de jugar cada tres días.
Por eso, sorprende sobremanera el mal inicio de campaña del Geta de José Bordalás. Dos derrotas, tres empates y dos victorias que han hecho saltar ciertas alarmas al tener en cuenta el nivel de un grupo que ha elevado su competitividad con respecto al pasado año con fichajes como el de Marc Cucurella o Enric Gallego.
La victoria ante el Mallorca en el Coliseum por 4 a 2 fue uno de los primeros brotes verdes del curso deportivo. Sobre todo, por el acierto que mostraron los atacantes getafenses. Jorge Molina y Ángel empezaron a golear enseñándonos que, a pesar de haber pasado un verano de por medio, nunca perderán el olfato goleador.
Jorge Molina y Ángel empezaron a golear enseñándonos que, a pesar de haber pasado un verano de por medio, nunca perderán el olfato goleador
Una buena línea que se inició contra el conjunto balear y que continuó en Valencia, en un partido loco que tuvo de todo. Tanto fue así que, en la última jugada del partido, y con empate a 3 en el marcador, el árbitro, por suerte, no vio una mano clara de Cucurella bajo los palos. Los azulones comenzaron de la mejor forma posible, con un gol de Jaime Mata en el minuto 1. Sin embargo, Maxi Gómez en dos ocasiones y Kang-In Lee le darían la vuelta al marcador.
Jason y Ángel empatarían un duelo que mostraría una cara más reconocible del Geta. Una imagen que no veríamos ante el Barça. Los goles de Luis Suárez y Junior sirvieron para el conjunto culé se llevase los tres puntos de nuestra ciudad.
Pero el inicio en la Europa League nada ha tenido que ver con el arranque liguero. Visitaba Getafe el Trabzonspor, un equipo turco que, a base de dinero, ha reforzado una plantilla de gran nivel. Ángel, en el 18, haría el único tanto del partido, que sirvió para que los getafenses iniciasen su andadura continental con victoria.