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La palabra piercing significa “atravesar”, “agujerear”, “taladrar”. Consiste en colgar un objeto de metal u otros materiales que atraviesan la piel o mucosas del cuerpo. Se utilizan agujas para atravesar la piel, tras lo cual se inserta el objeto de metal que, según lo dispuesto normativamente, debe ser, en la primera puesta, de acero quirúrgico, titanio u oro.
Los piercing siguen estando de moda, pero cuidado donde te los haces. Hay que elegir bien el centro y así cumplir con el objetivo de cuidar tu salud a la par que te embelleces.
Estos establecimientos deben cumplir unas estrictas medidas de higiene, desinfección y esterilización de TODOS los materiales empleados.
Recomendaciones ANTES de colocarse un piercing
• Si tienes cualquier duda o no estás seguro, tómate tu tiempo.
• Pensar bien la zona donde se va a realizar. Evitar las más delicadas.
• Estar vacunado del tétanos.
• Las agujas, cuchillas y todo lo que atraviese la piel, debe ser estéril y de un solo uso. Tiene que estar envasado y sellado hasta su utilización.
• El material para evitar alergias debe ser: acero quirúrgico, oro, mínimo de 14 quilates o titanio.
• El personal que lo coloca debe cumplir con normas de higiene y seguridad: lavarse las manos, usar guantes estériles, utilizar ropa y calzado limpio, no fumar, comer o beber mientras realiza el trabajo y cubrirse los cortes y heridas.
• Limpiar y desinfectar la zona.
No debe colocarse un piercing si...
• Si sufre enfermedades, infecciones o se está tomando anticoagulantes.
• Cuando se tiene dermatitis, acné o tendencia a cicatrices queloides, verrugas, herpes o algún tipo de infección de la piel, psoriasis...
Cuidados DESPUÉS de colocarse un piercing
• Lavarse las manos antes de tocar el piercing.
• Limpiar y mover el piercing dos veces al día.
• No tomar alcohol, ni chicle ni comidas picantes si el piercing se ha puesto en la lengua o los labios, limpiándolo siempre después de comer, beber o fumar.
• Los tiempos de cicatrización pueden variar dependiendo de la zona que se ha perforado.
Estos establecimientos deben cumplir unas estrictas medidas de higiene, desinfección y esterilización de TODOS los materiales empleados
Complicaciones más habituales del piercing
• Infección local. Las infecciones locales suelen ser muy frecuentes y se manifiestan por enrojecimiento, hinchazón, dolor, calor y pus.
• Infección general, si no se mantienen las normas de higiene y seguridad, con transmisión de enfermedades como hepatitis, VIH, etc.
• Hemorragia. En zonas como lengua y genitales.
• Alergias de contacto a los metales o joya que se colocan.
• Alteraciones bucales. Rotura de dientes, dificultad en la higiene oral, dificultad para la masticación, entumecimiento de la lengua, fallos en la pronunciación verbal, pérdida del gusto...
• Alteraciones urológicas.
• Cicatrices queloides. Cicatriz abultada y dolorosa.
• Lesión nerviosa. Se produce al dañar algún nervio, produciéndose pérdida de sensibilidad en el área perforada.
• El riesgo a infecciones de transmisión por sangre que tiene la colocación de un piercing hace que el usuario no pueda donar sangre durante un año.