El pasado 3 de mayo de madrugada el 112 acudió de madrugada al polígono industrial de La Cantueña para atender a cuatro jóvenes que habían resultado gravemente heridos tras un brutal accidente de tráfico. Fue un choque frontal entre dos vehículos en el que incluso tuvieron que intervenir los bomberos para excarcelar a uno de sus ocupantes. Todos los heridos fueron trasladados a distintos centros hospitalarios. La supervisora de Enfermería del Summa112, Gemma Rodríguez, alertó que, en principio, todo hacía indicar que el accidente estuvo provocado durante una carrera ilegal.
Después, varios videos subidos a las redes sociales confirmó que el violento choque frontal se debió a la conducción temeraria de los participantes en una 'lanzada', una de las competiciones de moda que se realizan de manera clandestina en quedadas también clandestinas. Esta vez el lugar elegido fue el polígono de La Cantueña, aprovechando la poca circulación de vehículos durante la madrugada de un sábado que, además, coincidió con el largo puente por el 1 y el 2 de mayo.
Un Ford Focus de color gris venía circulando a alta velocidad emparejado con otro vehículo en dicha lanzada, cuando un Audi de color oscuro se cruzó por motivos que de desconocen y que investiga la policía municipal de Fuenlabrada. Uno de los coches de la lanzada vio la maniobra y frenó, sin embargo, el Focus no tuvo tiempo de frenar y golpeó al Audi que, a su vez, arrastró a algunos de los chicos que observaban la competición ilegal. Tan pronto como se produjo el suceso muchos de los presentes abandonaron el lugar a la carrera sabedores de la gravedad del choque, otros corrieron a auxiliar a los heridos y a avisar a los servicios de emergencias.
El trágico suceso ha abierto un intenso debate en las redes sociales. Por un lado están los aficionados a los coches de carreras y al mundo de motor que acusan a estos jóvenes de 'manchar' el buen nombre de un deporte que cada fin de semana da muchas alegrías gracias a los éxitos de los pilotos españoles. Otros se llevan las manos a la cabeza de cómo los jóvenes inexpertos al volante ponen en riesgo su propia vida y la seguridad de los demás por unos minutos de adrenalina y fama entre sus amigos. Y los hay que piden que se acondicionen espacios legales para que los amantes del motor puedan disfrutar de su pasión de forma segura, aunque algunos recuerdan que esos espacios ya existen, los circuitos, aunque son caros y, obviamente, con unas estrictas normas.
Lo cierto es que cada vez hay más jóvenes que se introducen en el mundo del tunning, de los coches, de las carreras y acaban en estas quedadas clandestinas en las que algunos van más allá de presumir de coche y quieren emular a conocidos actores de películas de acción. Pero algunas veces el final de la película es trágico y dramático como ha sido el caso de este pasado sábado.