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Cubas de la Sagra vuelve a presumir del talento local de sus vecinos y, en esta ocasión, lo hace gracias a Emilio Díez, guionista de reconocidas series como El internado y La Casa de Papel, que ahora presenta su primera novela, Soma, un thriller recién llegado a las librerías y que ya está despertando la atención del público por su intensidad narrativa y su trama inquietante.

Díez es licenciado en Derecho y diplomado en guion por la Escuela de Cinematografía de Madrid. Ha dedicado dos décadas a contar historias para la televisión y ahora, ha dado el salto a la literatura con un proyecto muy personal: una novela nacida del reto de enfrentarse a 350 páginas sin el respaldo de un equipo de guionistas. “Quería saber si era capaz de hacerlo, con autodisciplina y constancia”, confiesa el autor.

Soma arranca con un periodista en crisis profesional que presencia un suicidio en plena calle. Este hecho desencadena una investigación que lo lleva a descubrir un patrón oculto tras varias muertes en España. Su camino se cruza con Aisa, una joven ginecóloga hija de libaneses que, en un mismo día, descubre que está embarazada y que sus padres han sido brutalmente asesinados, aparentemente por su propio hermano. Juntos intentarán desentrañar una red de secretos y crímenes que los obligará a enfrentarse a sus propios límites.

“El personaje del periodista refleja esa etapa de la vida en la que ya no eres ingenuo, pero aún tienes que seguir peleando y adaptándote”, explica Díez. Para el autor, esta figura no sólo sirve de motor narrativo, sino que representa una metáfora generacional: la necesidad de reinventarse en un mundo profesional cambiante.

Díez, que se considera aún “novato” en el mundo editorial, destaca la buena acogida que está teniendo su novela en redes sociales. “Gente de lugares tan distintos como Soria o Canarias me ha escrito para decirme que les está gustando mucho. Eso es lo más gratificante”, afirma.

Pese a la incertidumbre que rodea a los nuevos autores en un mercado saturado y dominado por rostros mediáticos, Díez afronta con ilusión su primera firma en la Feria del Libro de Madrid el próximo 5 de junio. “Es la pesadilla de todos los escritores: que no venga nadie. Pero lo importante es que el libro llegue y que conecte con los lectores”, concluye.

Precisamente hemos hablado de la promoción con Emilio, una tarea que aunque antes le resultaba ajena, ahora la asume con gusto. Reconoce que, en un mundo lleno de competencia, es necesario moverse y exponerse para que su libro destaque entre tantos. Esto lo ha llevado a salir de su zona de confort como guionista anónimo y a participar activamente en eventos y entrevistas.

Aunque muchos escritores consideran la promoción como una parte incómoda, Emilio dice estar disfrutando la experiencia, especialmente porque le permite hablar de libros y conectar con el público. Uno de los momentos más especiales para él será la presentación de su libro en la Biblioteca Municipal de Cubas el 31 de mayo, ya que es su pueblo natal y se reencontrará con amigos y vecinos, lo que le genera tanto ilusión como nervios.

Emilio también nos comparte sus referentes literarios, entre ellos Raymond Chandler, Patricia Highsmith y Susana Martín Gijón, aunque intenta no dejarse influenciar demasiado para mantener su voz propia. La novela Soma tiene un final cerrado, aunque deja una “rendija” abierta, pero por ahora no tiene intención de hacer una segunda parte. Sí está escribiendo una nueva novela y le gustaría compatibilizar su trabajo de guionista con la escritura literaria.

Sobre una posible adaptación audiovisual, reconoce que no lo pensó al escribir la novela, pero que varias personas le han comentado que Soma podría funcionar como serie o película, y alguna productora ya ha mostrado interés.

La novela está disponible en librerías de Madrid (especialmente en el sur) y plataformas online como Amazon, Casa del Libro y TodosTusLibros.com.

Con Soma, Emilio Díez no sólo reafirma su capacidad para atrapar al público como narrador, sino que también demuestra que, más allá de los focos de la televisión, hay historias que merecen contarse... y leerse.