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Tu perro podría sufrir leishmaniosis y no saberlo
KIVET alerta sobre la enfermedad y pone el foco en la prevención y los chequeos a nuestros peludos
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La leishmaniasis es una enfermedad provocada por el parásito Leishmania infantum que transmiten los mosquitos flebótomos infectados a través de sus picaduras. Esta dolencia puede cursar de manera grave en los perros y, en ocasiones, incluso ocasionar la muerte.

Aunque la época de mayor transmisión es el verano, dado que estos mosquitos proliferan con la llegada del calor, los síntomas pueden tardar en aparecer entre dos y ocho meses.

KIVET, la mayor cadena de clínicas veterinarias de la península, quiere poner el acento tanto en la importancia de la prevención como en la necesidad de chequear la salud de nuestros peludos en los meses más fríos para detectar la posible presencia de la enfermedad. Por ello, han puesto en marcha una campaña gratuita en sus clínicas donde se chequeará la salud de los perros y se realizarán pruebas diagnósticas de la enfermedad.

Tal y como señala Ana Ramírez, directora técnica veterinaria de centros veterinario KIVET, la leishmaniosis es una enfermedad para la que, en la actualidad, no hay cura. Sin embargo, existen tratamientos que, si se administran a tiempo, pueden aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los perros infectados.

En este sentido, aclara, “es de especial importancia poder detectar la enfermedad de manera temprana, incluso antes de que comiencen los síntomas, para lo que, sin duda, son clave los chequeos periódicos realizados en otoño e invierno”.

Con estos chequeos podemos detectar cuando un animal ha tenido contacto con el parásito, si está en una fase de desarrollo muy primeriza o más avanzada, lo que sin duda nos ayudará a controlar la evolución de la enfermedad y a prescribir un tratamiento más adecuado lo antes posible

Datos relevantes de la enfermedad

Entre los síntomas que deben hacer saltar nuestras alarmas, se encuentran la pérdida de pelo, especialmente en la zona de los ojos y las mucosas, y de peso de forma rápida. También son frecuentes las hemorragias nasales, las lesiones oculares y las heridas en la piel, mayoritariamente en las patas y en la cabeza.

Cuando la enfermedad ya ha avanzado y se ha hecho crónica, puede provocar insuficiencia renal y hepática, pero conviene tener en cuenta que esta es una dolencia que puede manifestarse con signos clínicos dispares como cojeras, aumento del tamaño de los ganglios linfáticos y/o excesivo crecimiento de las uñas.

La leishmaniasis es una enfermedad endémica en las zonas con climas más cálidos de España y con mayor grado de humedad, como Aragón, Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Baleares, Madrid o Extremadura. No obstante, el riesgo de contagio en perros que no se han vacunado varía entre en 3 y el 18% según la zona geográfica en la que nos encontremos, ya que en las rurales o periurbanas la incidencia es mayor.

Prevención de la leishmaniasis

Para evitarlo, existen métodos preventivos como el uso de antiparasitarios externos (pipetas o collares), la instalación de mosquiteras en nuestros hogares o facilitar que nuestro peludo duerma dentro de casa en los meses de mayor riesgo, además de la vacunación anual, con fármacos, que permite reducir el riesgo de contraer la dolencia y disminuye su desarrollo.

“Debemos ser conscientes de cómo una buena prevención y seguimiento de la enfermedad pueden marcar la diferencia para nuestros peludos”, asegura Ramírez, que remarca la importancia de recurrir a los expertos veterinarios en caso de tener cualquier duda relacionada con la salud de nuestras mascotas.

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