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¿Opositar es uno de tus propósitos para 2022? Sigue estos consejos
La organización es clave para la preparación de las pruebas
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El acceso a la función pública es una alternativa interesante, sobre todo en tiempos de crisis; sin embargo, consiste en una auténtica carrera de fondo llena de obstáculos, inconvenientes y dificultades.

El sueño de muchas personas se basa en culminar su carrera profesional como funcionarios públicos, dadas las ventajas adheridas a esta clase de trabajadores, considerados a menudo como auténticos privilegiados. Una plaza fija implica para los aspirantes seguridad laboral y la garantía de recibir un sueldo a fin de mes, algo que ya parece difícil en el caso de instituciones o empresas privadas.

No obstante, antes de meterse de lleno en la vida del opositor hay que concienciarse de todo lo que ello implica, incluyendo renuncias, sacrificios y jornadas maratonianas de estudio durante varios años.

1.- Elige el puesto al que quieras aspirar, comprobando previamente si realmente reúnes todos los requisitos, condiciones y estudios o habilidades solicitados en las bases; también deberás verificar que no sufres ninguna situación considerada como excluyente, ya que a pesar de sortear con éxito todas las pruebas previas, al final serás descartado si padeces alguna circunstancia que te convierta en no apto.

2.- Permanece alerta para obtener información sobre las fechas de examen, los turnos establecidos para hacer la prueba (según orden alfabético, ciudades…) y el modo de inscribirte para realizar los tests. Tendrás que rellenar una instancia y abonar las tasas fijadas para que te incluyan en las listas.

3.- Analiza la forma en que serás evaluado y entérate de las diferentes etapas que deberás aprobar satisfactoriamente para poder pasar al siguiente nivel. Dependiendo de cada trabajo, habrá pruebas de idiomas, informática, mecanografía, actividad física, exámenes psicotécnicos, exposiciones orales…asegúrate de ser capaz de cumplir con los objetivos marcados desde un principio, aunque necesites tiempo después para prepararlo concienzudamente.

4.- Hazte con el temario y organiza tu tiempo para estudiar; elabora un horario teniendo en cuenta tus obligaciones diarias y los huecos de que dispones para aprender las lecciones, ensayar, entrenar…Si estás cursando otra cosa simultáneamente o trabajas será mucho más difícil (pero no imposible), por lo que deberás dedicarle tiempo extra, ya que hay gente que se dedica en exclusiva a opositar.

5.- Busca un sitio tranquilo para leer tus libros y/o apuntes: la biblioteca, tu habitación, o cualquier lugar donde no haya ruido ni distracciones que puedan molestarte. Establece una rutina diaria y procura respetarla para acostumbrarte a ella. Si puedes permitírtelo y lo consideras necesario, puedes apuntarte a una academia o centro de formación especializado en este ámbito, o contratar a un profesor particular con experiencia a esos niveles para que te oriente en la materia.

El proceso de preparación de unas oposiciones puede convertirse en un recorrido muy largo y lleno de incertidumbre, dado que nada ni nadie nos asegura la consecución de nuestro fin ni la llegada a la meta que tanto ansiamos. 

6.- Haz esquemas, resúmenes y recordatorios de cada tema, destacando en ocasiones el contenido más importante con colores o notas al margen. Intenta razonar en lugar de memorizar, y realiza varias lecturas hasta que domines todas las unidades con soltura. A partir de ahí, los repasos y revisiones puntuales te ayudarán a refrescar lo aprendido.

7.- Toma conciencia de que existe mucha competencia a tu alrededor; muchos estudiantes llevan varios años preparándose a fondo y ellos serán tus oponentes el día del examen, aunque no hay nada que indique una clara ventaja para ellos en este sentido. Durante la jornada se dan bastantes factores externos difíciles –o imposibles- de controlar y los cuales influyen a todos por igual: nervios, un mal día, tráfico, problemas familiares o de salud, falta de concentración por la tensión del entorno, etc. La cantidad de aspirantes ha bajado en ocasiones puntuales, pero también lo ha hecho el número de vacantes publicadas.

8.- El proceso de preparación de unas oposiciones puede convertirse en un recorrido muy largo y lleno de incertidumbre, dado que nada ni nadie nos asegura la consecución de nuestro fin ni la llegada a la meta que tanto ansiamos. Hay momentos de auténtica extenuación y angustia al no conseguir los resultados esperados, y es probable que se acumulen unos cuantos fracasos en los primeros intentos. Por este motivo debemos estar listos para vivir cierto aislamiento y privación de la vida social en pro de un rendimiento mejor en los estudios. Cada persona en su caso particular deberá valorar si le merece la pena el esfuerzo, o si no

9.- Quizá sería conveniente que tomes algún suplemento alimenticio o vitaminas que sirvan de complemento a tu actividad diaria, para evitar un desgaste excesivo. Incluye una tarea que sea totalmente distinta y que te sirva para desconectar y eliminar el estrés acumulado de vez en cuando, como deporte, baile o música. Reserva un día a la semana para salir y divertirte con tus amigos; no descuides tus relaciones familiares ni el contacto con otras personas, ya que el reclutamiento propio de las oposiciones podría conllevar un estado de soledad permanente que no es nada bueno.

10.- Si con el paso de los años ves que no consigues lo que en su día te propusiste a ti mismo, reflexiona sobre el momento en el que ya no puedas continuar igual y tengas que parar. Sólo cada individuo, de modo absolutamente independiente, puede dilucidar si desea o no marcarse una meta o plazo. Pero ante todo recuerda que siempre será mejor tirar la toalla que tu salud mental.