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El pan, el arroz, la pasta, incluso las galletas, mejor integrales. Y te preguntarás porqué… Siempre se ha dicho que los alimentos integrales engordan menos, son más sanos y un montón de razones que nos cuentan para que cambiemos nuestros hábitos alimenticios y consumir cereales y arroces integrales en vez de refinados. Pues bien, algunas son verdad y otras no tanto. Nosotros te lo contamos.

La primera, desmentir que los alimentos integrales engordan menos que los refinados. El aporte calórico de ambos, es muy similar. Por ejemplo, si comparamos el pan blanco con el pan integral, vemos que los dos rondan las 300 calorías por 100 gramos.

La principal diferencia son los nutrientes que aporta uno y otro y el poder saciante del cereal integral. Los cereales integrales y por lo tanto las harinas que se obtienen de ellos, mantienen las tres partes del grano, es decir, el germen, el salvado y el endospermo y cada uno de ellos tiene unos nutrientes y beneficios para nuestra salud.

• Germen: Como el propio nombre indica, el germen es la parte del cereal que germina y por tanto hace que la planta se reproduzca y crezca. Esta parte, también tiene multitud de nutrientes como vitaminas y minerales, pero también nos proporciona una parte de proteínas y grasas insaturadas beneficiosas para nuestro organismo.

• Salvado: es por así decirlo, la piel del cereal, recubre el grano y lo protege de los agentes externos. Esta parte, nos proporciona una importante fuente de proteínas, vitaminas y minerales, pero lo que más destaca es la cantidad de fibra que aporta en nuestra dieta. La fibra, que se encuentran en frutas, verduras, cereales… es una sustancia que a diferencia de los macronutrientes (proteínas, hidratos y grasas) nuestro organismo no es capaz de absorber, es decir, llega a nuestro colón prácticamente como la consumimos. De ahí que no aporte calorías, pero si nos sacie y sea una de las razones por las que la recomiendan en las dietas alimenticias.

• Endospermo: El cereal está formado en su mayor parte por el endospermo que es la parte que recubre el salvado. Su principal componente es el almidón, oscila entre un 60 y 80% dependiendo del cereal. El almidón es un hidrato de carbono complejo por lo que nos aporta una impresionante cantidad de energía de lenta absorción.

¿Qué pasa con los cereales refinados?

Los cereales refinados se obtienen de la molienda solo del endospermo, por lo que todas las propiedades que aporta el germen y el salvado se pierden en el proceso, manteniendo el mismo aporte calórico.

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Si quieres saber más sobre alimentos integrales, en el próximo artículo os hablaremos de las harinas integrales, tipos y usos. ¡No te lo pierdas!