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¿Cómo ha influido el uso de mascarillas y la educación a distancia en niños con Necesidades Educativas Especiales?
Psicoeduk nos cuenta la preocupante situación
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Nuestra vida y rutinas, como las entendíamos hasta que el Covid irrumpió, se han visto drásticamente alteradas, y se ha dado un aluvión de consecuencias, no solo económicas, sociales y políticas. La salud física y mental se ha visto seriamente afectada, y estamos atendiendo en consulta casos que nos preocupan bastante.

Adecuación de nuestra vida social, motivaciones y ocio; consecuencias económicas para familias y empresarios, respuestas laborales en las que reestructurar los hogares para teletrabajar, e incluso bajar el cierre de negocios con lágrimas en los ojos sabiendo que es la última vez.

En el ámbito privado de la salud psicológica y el desarrollo de las personas, estamos atendiendo diariamente serios problemas de ansiedad y depresión, fobias específicas y generalizadas, que incapacitan y afectan significativamente a la calidad de vida de las personas.

¿Y qué hay de los grandes héroes de esta historia? Nuestros pequeños y jóvenes, han visto que de repente, parques, bibliotecas, aulas y círculos de relaciones, se han cerrado, sin saber si se abrirán y funcionarán como entendíamos y lo hacían antes. Sus casas y salones se han convertido en oficinas de trabajo para sus papás, las aulas y las nuevas ratios, mantas que nos han acompañado en clase junto a esas ventanas abiertas por la ventilación, reorganización de horarios; pediatras, médicos y profesores enmarcados en una webcam o llamada, incorporar la mascarilla como una prenda más de nuestro día a día, sin entender de estaciones o contextos…

Toda la sociedad hemos sufrido importantes consecuencias, pero estos últimos meses, estamos atendiendo grandes y serias dificultades, hemos tenido que reorganizar y estirar al máximo nuestros recursos y atención, para poder responder a las necesidades con las que nos estamos encontrando.

En nuestro centro, estamos especializados en la atención a niños y jóvenes con necesidades educativas especiales, como los trastornos del espectro autista, trastorno por déficit de atención/hiperactividad, problemas de conducta, desarrollo y aprendizaje.

Aunque todos hemos aunado esfuerzos, nos hemos reinventado con nuevas formas de trabajar, enseñar y aprender, no hemos priorizado todo lo que deberíamos en las personas con diversidad funcional o necesidades.

Personas con fobia o evitación social, han visto reforzadas sus conductas, aumentando el tiempo de permanencia en sus espacios de seguridad y realizando más conductas sociales de evitación. Estamos observando serios problemas de sueño, emocionales, conductuales, de convivencia y aprendizaje.

En el ámbito familiar, la implantación del teletrabajo en los padres ha cambiado la rutina familiar. En la actualidad, muchas empresas han ido incorporando la presencialidad en los puestos de trabajo, por lo que esto ha supuesto un cambio en la situación familiar. Dicho cambio ha supuesto una situación de fobia a la separación por los progenitores.

La adaptación a las condiciones de la nueva normalidad ha supuesto dificultades para todas las personas, especialmente para los/as niños/as que se encuentran en edad de desarrollo, ya que han condicionado la forma de aprender y percibir el mundo, además de alterar los ciclos vitales que tenían instaurados, lo cual puede afectar a numerosos aspectos de la vida del niño/a, ya sea a nivel emocional, fisiológico, cognitivo o conductual, como problemas de sueño o alimentación, ansiedad y tristeza, o problemas de conducta. Además, hay que tener en cuenta la repercusión que tienen los diferentes sistemas que rodean al niño/a, como la escuela o familia, la cual se convierte en el principal foco de información ante situaciones ambiguas como la que vivimos, y la forma de transmitir el mensaje cobra especial importancia. Estas consecuencias se ven especialmente en los niños/as con necesidades educativas especiales, a los cuales la nueva forma de recibir las clases puede no ser suficiente para alcanzar el rendimiento esperado, especialmente si tienen dificultades de aprendizaje. También puede repercutirles otros aspectos implicados en la nueva normalidad, como el uso de mascarillas, que dificultan el lenguaje no verbal, y la comprensión y expresión de las emociones, sobre todo al reducir el contacto social, e impedir que las personas expresen con todas las facciones de la cara y no solo con los ojos. Y no podemos olvidarnos, de las dificultades para compaginar el teletrabajo y convivencia familiar, con una gran repercusión e influencia en el aumento del tiempo que pasan niños frente a pantallas, y las consecuencias que tiene a nivel atencional y de autorregulación.

El desarrollo social de los niños se ha frenado durante la pandemia

Algunos niños con diversidad funcional, pueden tardan más en arraigar los diferentes aprendizajes enfocados a la adaptación al medio, por lo que esta situación excepcional ha cambiado su forma de relacionarse con el medio.

A nivel curricular, los niños han visto una modificación en su rutina de colegio al cambiar al formato semipresencial, incluso, de manera virtual en la asistencia a las clases, o reorganizando sus aulas y horarios. En ese sentido, se ha visto afectado el contacto social en cuanto al ambiente de clase, las ayudas de los profesores en relación a dudas a lo largo de las clases y el habito marcado que tienen de los horarios de los colegios, esto más enfocado en niños con poca flexibilidad ante los cambios es un punto negativo importante en su regulación atencional, sensorial, emocional y social, repercutiendo en su estado de salud, emocional y rendimiento académico.

¿Y qué hay del aprendizaje de las expresiones faciales asociadas a las emociones? se ve dificultado por el uso de la mascarilla ya que se requiere la cara en su totalidad para poder observar la emoción expresada al completo. Los niños con trastornos del neurodesarrollo, como es el caso del autismo, tienen aún más dificultad debido a que su foco de atención está localizado en la boca, por lo que el uso de mascarilla dificulta la comunicación e interpretación.

Para finalizar la reflexión, deberíamos terminar abriendo un camino de luz, y valorando que, desde un punto de vista neurobiológico, quizás no todo sea negativo, ya que la adaptación a esta nueva realidad y el aprendizaje de las acciones que desempeñábamos antes de la pandemia, ha hecho que tanto en niños como en adultos, se fomente la adaptación y creación de nuevas conexiones neuronales y, por lo tanto, mejora la neuroplasticidad de nuestro cerebro.

Juntos aunaremos esfuerzos para recuperar y paliar todos estos efectos, generando una resiliencia positiva.

Miriam Sánchez-Hermosilla Villarejo

Psicóloga Directora Psicoeduk

Col. M-24966

Ana Bena Martín

Loli Molina Martínez

Estudiantes en prácticas de neuropsicología URJC