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El MAD Rugby, la historia del equipo ‘milagro’ del rugby madrileño
Los de Boadilla suman tres ascensos consecutivos en sus tres años de vida, además de haber creado una estructura con equipo femenino y cantera incluidos
Boadilla del Monte |

La segunda acepción de la RAE para la palabra milagro explica que se trata de un “suceso o cosa rara, extraordinaria y maravillosa”. Por tanto, creemos que no hay mejor término para definir al MAD Rugby de Boadilla del Monte. Hace 3 años nacía por la pasión que unos cuanto amigos, jugadores de rugby todos ellos, sentían por su deporte. La necesidad de crear un proyecto que les volviese a reencontrar con esa sensación inigualable de competir cada fin de semana con el balón ovalado en las manos. Así nació el MAD.

Un año más tarde, y con el ascenso a Segunda regional madrileña logrado sin despeinarse, aterrizó en Boadilla del Monte un referente del rugby nacional, Manolo Olivares. Sería el encargado de entrenar al primer equipo, aportando más profesionalización a un grupo cargado de talento. Su trayectoria hablaba por él. Llegaba al oeste de Madrid después de dirigir al filial del Complutense Cisneros, club en el que desarrolló gran parte de su carrera como jugador.

El fichaje de Manolo suponía dar un salto cualitativo, tanto en la parcela que ocupa el primer equipo como en el resto de secciones del club. Tras conseguir el tercer ascenso en tres años, el propio Manolo Olivares reconoce que “el primer equipo ha conseguido subir a la categoría donde debe estar”. Echando la vista atrás, nos explica que el nivel de los jugadores del MAD distaba mucho del nivel de la Tercera y Segunda regional madrileñas: “prácticamente, los dos primeros ascensos los consiguieron ellos solos y este año ha costado un poco más pero es fruto que nos vamos acercando al nivel real”.

Las chicas han pasado con nota su primer año en el MAD Rugby. | Imagen: MAD Rugby

Ampliación del club

Ha costado, también, porque al principio de la temporada los objetivos cambiaron. La directiva decidió abrir una nueva e ilusionante sección: la femenina. Además, y gracias a un acuerdo con la Universidad Francisco de Vitoria, los chicos y chicas del centro educativo que jugaban al rugby pasaron a formar parte del MAD. “Creíamos que era más necesario para seguir consolidando lo que es la masa del club”, afirma Manolo, añadiendo que “para mantener dos equipos, necesitamos tener entre 60 y 80 jugadores; entonces, necesitamos que todo el que quiera jugar, se sienta a gusto, esté con nosotros y esté muchos años”.

Ahora el objetivo debe ser consolidarnos dentro del nivel de Primera, donde hay equipos que traen fichajes y equipos que tienen presupuesto para traer jugadores extranjeros. Cosa que nosotros no hacemos

Tanto Manolo como las cabezas visibles del MAD se sienten orgullosos por cómo se ha desarrollado la temporada. Principalmente, por el papel de las chicas, de las que, nos asegura el entrenador, “los resultados nos importaban menos; lo importante era sacar ese equipo y, ahora, consolidarlo”.

Con cabeza

En cuanto le hablamos a Manolo sobre la posibilidad de llegar a la Liga Heineken en unos años, nos corta entre risas. El objetivo, como nos asegura, “era estar en Primera regional. Una vez en Primera regional, ahora el objetivo debe ser consolidarnos dentro del nivel de Primera, donde hay equipos que traen fichajes y equipos que tienen presupuesto para traer jugadores extranjeros. Cosa que nosotros no hacemos”.

Como nos cuenta Manolo, la escuela se ha convertido en una pata muy importante del club. | Imagen: MAD Rugby

Para afrontar retos más grandes ya habrá tiempo. Por ahora, y con el objetivo de mantenernos en Primera regional en mente, tanto Manolo como el resto de dirigentes quieren focalizar sus esfuerzos en crear una escuela potente: “lo importante, para mí, es que la escuela la llevan los propios jugadores del primer equipo, lo cual hace que la filosofía de club se mantenga”. Creada hace un par de años, la escuela del MAD Rugby ha ido sumando niños y niñas a sus filas, por lo que el proyecto pretende “formar equipos Sub-14, Sub-16 y Sub-18 que puedan nutrir al primer equipo”.

Una escuela en la que, además, participan los padres con su inclusión en la escuela de padres, una iniciativa puesta en marcha por el club con la que se pretende involucrar a los progenitores. El MAD Rugby de Boadilla sigue creciendo a pasos agigantados, convirtiéndose en el club ‘milagro’ del rugby madrileño. Tanto es así, que varios jugadores han formado parte de las Selecciones madrileñas de rugby. Un paso más para hacer de Boadilla del Monte una ciudad de rugby.