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“Todo se creó en torno a unos cursos de cocina que en un principio creó el Ayuntamiento”. Un día, la corporación anunció que “la empresa que los gestionaba desaparecía y nos quedábamos sin curso”. Al final, se juntaron todos y formaron la asociación “por el interés propio de seguir con los cursos de cocina”, comenta Lorena Márquez, vicepresidenta de la Asociación Gastronómica de Arroyomolinos Santa Marta.

Tenían al profesor, que es el presidente de la asociación, “y solo nos teníamos que organizar para que el Ayuntamiento nos permitiera continuar”. Llevan dos años. “La idea inicial gira en torno a la gastronomía. Lo principal son los cursos, que actualmente seguimos con ellos”, explica Márquez.

Actualmente, “hay cuatro cursos de cocina en activo. Lo que sí que hemos suspendido durante la pandemia son las salidas gastronómicas. Nosotros visitábamos bodegas de vinos, almazaras”, conocían la gastronomía viajando.

Durante el confinamiento, decidieron “hacer cosas y que la asociación de alguna manera estuviera viva. Lo que nos planteábamos es que con la situación que había, veíamos que lo más importante siendo nosotros una asociación gastronómica pues era intentar hacer llegar la comida a esas personas que más lo necesitaban”. Por ello, “en un principio, surgió la idea de cocinar para las familias más vulnerables, aprovechar nuestra aula de cocina y repartirlas, pero eso planteaba algunos problemas y no se pudo realizar”.

“Es cierto que en nuestro municipio de Arroyomolinos no había abierto ningún banco de alimentos y trabajamos para ello con la ayuda del ayuntamiento, por un lado, la Fundación La Caixa que nos financió por otro, y pues, con el trabajo nuestro sacamos adelante un banco de alimentos para ayudar a las familias que, afectadas por el Covid, se han visto en una situación en la que no tenían dinero, no tenían ingresos y no podían alimentar a sus familias”.

“Nuestra idea era ayudar a las personas que, por el tema de la pandemia, estaban en ERTE y no habían recibido los cobros, porque eran autónomos que habían tenido que cerrar sus negocios, camareros que los habían despedido, gente que tenía unos trabajos un poco eventuales y que aprovechando la situación los habían despedido”. Arroyomolinos es el municipio más joven de España. “No podríamos dejar a esas familias con niños sin que tuvieran qué poner en el plato del día”, dice Márquez.

Con relación al banco de alimentos, “empezamos a tener un contacto con Cáritas Arroyomolinos que lo gestiona con la parroquia. Había veces que por circunstancias sobra algo al final de la semana de comida, tras los tres repartos semanales, y esa comida los viernes se la llevábamos a Cáritas de Arroyomolinos”.

Márquez comenta que: “Cáritas nos informa estas Navidades que tiene más de 300 personas que van a recoger comida allí y entre esas 300 y pico personas hay 111 niños”. “Hicimos una campaña para que pudiesen donar productos navideños para que en esas casas hubiera un turrón, un chocolate o un dulce”.

“Vamos a seguir aportando nuestro granito de arena en lo que podamos. (…) Continuar con los cursos, ampliarlos en cuanto se pueda, seguir con las salidas gastronómicas y talleres enfocados a los productos de temporada”.