Cuando ya nos felicitábamos por lo asumido en la sociedad de las elementales reivindicaciones feministas, nos encontramos con “esto”. Ya sabíamos que el miedo al cambio, a lo desconocido, a la enfermedad…es el mejor caldo de cultivo para los retrocesos sociales y culturales. Y aunque nos parezca increíble eso nos está pasando. Individuos extraños (por lo que tienen de incomprensibles y poco humanos) vuelven a cuestionar no ya la existencia del patriarcado, sino incluso la realidad de todas las mujeres ya asesinadas por sus parejas y ex-parejas, y la de todas las que están en peligro.
Ni un paso atrás en nuestros derechos. Tenemos que estar unidas y así podemos frenar esta ofensiva. Nosotras seguiremos avanzando, pese a quien pese.
Por otra parte, gracias a los compañeros que no sólo se identifican con nuestra lucha a nivel teórico, sino que sinceramente llevan a cabo un verdadero reparto del trabajo doméstico, que no intentan robarnos el protagonismo de nuestra lucha en ningún sentido, que saben estar en un segundo plano apoyando, para que sus compañeras puedan participar e implicarse en la sociedad, que no son cómplices de esos miles de momentos de chistes y micro-machismos que se dan entre amigos, que ofrecen a sus hijas e hijos modelos feministas de comportamiento lejos del autoritarismo patriarcal. Gracias y estar orgullosos, porque solo así formaréis parte de nuestro futuro.