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Era una tarde de sol más de abril que de noviembre. Se esperaba un gran encuentro desde el primer momento ya que se enfrentaban dos equipos con dos dinámicas totalmente diferentes: el Alcalá encadenaba tres derrotas seguidas y se situaba antepenúltimo en la clasificación mientras que el Rayo se mantenía invicto luchando por las primeras posiciones de la liga.

El partido comenzó sin un dominador claro, pero muy pronto el Alcalá se hizo con el control del juego. Los locales hicieron notar tanto el factor de jugar en casa como la necesidad de puntuar después de un inicio liguero irregular. El filial del Rayo Vallecano no se arrugó ante esta situación y siguió firme ante las embestidas alcalaínas.

Con el paso del tiempo esta situación se fue reinvirtiendo y llegaron las primeras ocasiones franjirrojas. Aún así, los rojillos no dejaron de intentarlo, teniendo las oportunidades más claras Nanclares y Pancorbo. Como ya mencionábamos, la necesidad de ambos equipos estaba muy presente en el campo y esto se vio reflejado en la gran tensión que se desprendía tras cada jugada. Con esto llegó el final, con toda una segunda parte por delante muy emocionante.

En la segunda mitad, el Alcalá salió con una marcha más y trato de aprovechar el momento de los de la franja para adelantarse en el marcador. Como ya sucedió en la primera parte, con el paso de los minutos se fue diluyendo ese dominio y el filial comenzó a crear peligro a la contra. En los últimos veinte minutos de partido, el Alcalá se volcó al ataque y la conexión equipo/afición hacía presagiar que se podían sumar los primeros tres puntos de la temporada en el Val. Los alcalaínos tuvieron muchísimas ocasiones de gol y fueron varias veces las que se cantó gol, pero finalmente no quiso entrar. Los de Jorge Martín siguen sin conseguir la victoria en casa.

Con este punto, la RSD Alcalá se coloca en la antepenúltima posición de la tabla con 5 puntos y a nueve puntos del líder (el Pozuelo). En la próxima jornada los rojillos lo visitarán.