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La pasada semana posaban en una foto el alcalde Javier Rodríguez, el vicealcalde Miguel Ángel Lezcano, el concejal de Urbanismo, Alberto Blázquez, y el concejal de Medio Ambiente Enrique Nogués, para inaugurar el puente sobre el Camarmilla tan reclamado por los vecinos y que este partido ya pidió en 2016 en un pleno de distrito con el voto en contra precisamente del PSOE. Lo de siempre, primero votan en contra y luego, como saben que es bueno para los vecinos pero no lo reconocen, lo hacen.

Pero esta foto demuestra lo que es el PSOE actualmente: marketing y postureo. Llegaron en el coche oficial, se hicieron la foto y el puente volvió a cerrarse. La apertura duró menos que la palabra de Lezcano de que no pactaría con Javier Rodríguez, y los vecinos aún siguen sin poder disfrutar de este paso.

Ni siquiera pasearon por el barrio y por el Camarmilla, lleno de suciedad. Evidentemente, las heces caninas por todo el paseo, los plásticos y botes en el caudal del arroyo donde nadan las patas o las papeleras sin recoger no salían en la idílica foto que el Ayuntamiento de Alcalá distribuyó a los medios de comunicación.

Porque para algunos lo importante solo es el encuadre con el que seleccionan la realidad, que solo es una parte, y el encuadre que tiene Javier Rodríguez Palacios de la ciudad es el que ve a través de la ventanilla de ese coche oficial que dijo que no iba a utilizar y del que no se baja, una realidad en la que no ve la suciedad, ni la falta de aparcamiento en los barrios, ni la falta de mantenimiento de plazas y parques, ni los problemas de nuestros vecinos, nuestros comerciantes y nuestros empresarios para combatir la inflación, la subida de la luz y el gas, ni la necesidad de un acceso norte en la estación de tren para los vecinos de El Ensanche, El Chorrillo y Campo del Ángel porque solo se tardan “dos minutos” en cruzar el puente. Pero en este caso como en el del Camarmilla, sólo es el puente del postureo.

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