El Hospital Príncipe de Asturias vuelve a sorprendernos con nuevas iniciativas para mejorar la asistencia médica. Esta vez, el centro ha habilitado nueve puestos de reanimación post anestésica dentro de la zona quirúrgica, una medida con la que quieren perfeccionar la calidad y seguridad del paciente en estas áreas de trabajo.
Gracias a esta iniciativa, el Hospital podrá mantener su actividad quirúrgica en pacientes de riesgo con procesos oncológicos, vasculares, o de otras especialidades que sean esenciales, sin que esto repercuta en la posibilidad de aumentar la disponibilidad de espacios asistenciales para pacientes con coronavirus. Por lo tanto, esta redefinición del uso de las unidades del área quirúrgica supone una mayor seguridad tanto para pacientes como para los profesionales del centro.
Los nueve puestos vienen equipados con todo lo necesario para dar mayor versatilidad a la sala en función del número de pacientes
La adecuación de espacios se ha llevado a cabo en la zona -de unos 100 metros cuadrados aproximadamente- que, con anterioridad, era un área de paso sin uso asignado llamado tránsfer de los quirófanos, que ha sido perfectamente dotado de los recursos necesarios y que se está ya utilizando a pleno rendimiento para los pacientes salientes de quirófano y que precisan asistencia en la Unidad de Recuperación Post Anestésica (URPA).
En esta Unidad los profesionales del área quirúrgica se encargan de la vigilancia de sus constantes vitales, y de prevenir de una manera precoz las posibles complicaciones que pueda presentar el paciente tras la intervención quirúrgica. Después pasan a planta cuando están estables y se ha previsto que no puedan aparecer complicaciones.
Así, los nueve puestos van equipados con tomas de aire medicinal, oxígeno y vacío y aparataje de monitorización correspondiente, así como luces independientes en cada puesto y en la zona central de la sala para poder dar mayor versatilidad a la sala en función del número de pacientes que la ocupen.