El nuevo Reglamento de Participación Ciudadana ha dividido, una vez más, a la Corporación municipal. La nueva disposición se fraguó con el objetivo de instaurar “nuevos cauces” de participación de la ciudadanía en las decisiones municipales.
El texto básico ha ido sumando “numerosas aportaciones”, en palabras del Equipo de Gobierno, pero lo cierto es que la oposición rechazó la propuesta durante la sesión plenaria celebrada el pasado 8 de febrero, llegando a asegurar que con el nuevo reglamento se pretendía “hurtar la legítima representación de los vocales en las Juntas de Distrito”.
Argumentos en contra
El Partido Popular se ha mostrado especialmente crítico con un reglamento que, “por primera vez se impone a toda la ciudad sin el consenso de los grupos políticos”. El portavoz popular, Víctor Chacón hace hincapié en que se trata de una situación insólita, apoyándose en que el anterior reglamento salió adelante en 2012 con el apoyo de “fuerzas tan diferentes” como PSOE, Izquierda Unida y UPyD.
Chacón apunta a una politización al entender que “nos imponen círculos de Podemos llamados Consejos de Barrio” y apunta directamente a Somos Alcalá. “Este reglamento politizado es reflejo del sectarismo de Somos Alcalá”.
Una postura que comparte Ciudadanos Alcalá de Henares. Su portavoz, Miguel Ángel Lezcano, incide en la pérdida de competencias de los vocales de distrito en detrimento de los Consejos de Barrio y alerta que “no hay normas a la carta con el fin de beneficiar sólo a ciertas asociaciones”. Lezcano considera que este reglamento “no sólo no beneficia, sino que además, desvirtúa el sentir del tejido asociativo de la ciudad”.
El Equipo de Gobierno se aleja de la polémica generada por los partidos de la oposición y destaca la inclusión en el documento “en torno al 70%” de las propuestas de mejora.