El proyecto iba a ser una red de calor mediante biomasa y energía solar, el más grande de España, y situaría a la ciudad de Alcalá en la vanguardia de la aplicación urbana de las energías renovables. A parte, contribuiría a reducir las emisiones de CO2, generaría puestos de trabajo en la ciudad, y abarataría el coste de la factura energética.
El Equipo de Gobierno durante el Pleno Municipal de ayer, día 21 de julio, desestimó esta iniciativa que ya se había aprobado en 2018, pero que ahora “No se considera este proyecto de servicio público o de interés general”.
La transición ecológica no es una opción, es una necesidad
Desde Izquierda Unida su portavoz, y concejal de Unidas Podemos IU, David Cobo, hizo la siguiente valoración: “El proyecto posiblemente no fuera perfecto, pero contaba con el aval del Ministerio de Medio Ambiente y de Transición Ecológica. No se entiende que en octubre de 2018, a seis meses de las elecciones municipales, el actual alcalde lo vendiera como un proyecto excelente y bueno para la ciudad desde todos los puntos de vista, y ahora resulta que no es de interés general. Ahora lo valora muy mal o lo valoró demasiado bien faltando tan poco para las elecciones municipales”.
Además, Cobo añadió: “En cualquier caso, la transición ecológica no es una opción, es una necesidad, y los proyectos con energías renovables deben ser apoyados y potenciados. Al final este proyecto se queda en nada cuando es evidente que hay que dar pasos en este sentido, por ejemplo, sería relativamente sencillo aprovechar más edificios municipales para la instalación de más placas solares y que todos los contratos de energéticos se subscriban con empresas suministradoras que garanticen la compra de energía renovable en el mercado de la energía”.
La iniciativa había obtenido la catalogación de “Proyecto Clima” por el parte del Ministerio de Medio Ambiente, por su contribución a la reducción de gases de efecto invernadero. Y había sido presentado en el Parador de Alcalá en octubre de 2018, con el total apoyo del Equipo de Gobierno, y ofrecía el abastecer de calefacción y agua caliente a más de 15.000 viviendas en Alcalá.
Otros beneficios que, según Izquierda Unida, presentaba este proyecto para los ciudadanos es que se reduciría hasta un 20% el coste de las facturas de calefacción y agua caliente. Del mismo modo también sería positivo para la ciudad mediante la creación de más de 100 empleos durante la ejecución de las obras y otros 50 puestos de trabajo permanentes en cuanto estuviera operativa la instalación. Además de la reducción de emisiones que contribuirían a una ciudad más limpia y habitable, poniendo a Alcalá en la vanguardia de las energías renovables.