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El alcalde de Alcalá me denigra en una rueda de prensa
Javier Rodríguez Palacios parece mofarse de mi trabajo
Alcalá de Henares |

El alcalde de Alcalá y el Equipo de Gobierno se han quitado la máscara. Buenas tardes, soy Clara Pacheco, tengo 23 años y trabajo como redactora en este medio, Soy-de-alcala.com. En el día de hoy, he tenido que ver cómo no solo se despreciaba mi profesión, sino también a mi persona, y esto es algo que no se puede pasar por alto.

Todo ha ocurrido en apenas unas horas, aunque este problema lo llevamos viviendo desde hace casi un año. El Ayuntamiento convocó una rueda de prensa para hoy, en la que explicarían el nuevo pacto de gobierno entre el PSOE (actual formación que ostenta la alcaldía), y Ciudadanos, quien pasará a la vicealcaldía. Así, como redactora de un medio de comunicación, he acudido esta mañana al encuentro para conocer la información que nuestro alcalde tenía que transmitir, y para poder realizar las posteriores preguntas que, como periodista, me suscitan las novedades anunciadas.

Sin embargo, y para mi sorpresa, nada más llegar a la sala de prensa del Ayuntamiento, los responsables de comunicación del consistorio me han comunicado que no podía sentarme ni en la primera ni en la segunda fila de asientos. Para poner en contexto, la sala de prensa es un espacio pequeño donde colocan alrededor de diez o doce sillas para los periodistas, dos sillas por fila. De estas, cuatro estaban reservadas a los concejales, por lo que las dos primeras filas, las mejores para tomar fotos o grabar videos de calidad para nuestros medios, no estaban disponibles.

Una vez me dispongo a sentarme en otra de las sillas, se me impide hacerlo y, en cuestión de segundos me encuentro al redactor de uno de los medios más "afines" al Gobierno local o, por decirlo de otra manera, el que se lleva el mayor porcentaje de publicidad, sentado en el asiento que yo pretendía ocupar. Cuando me dispongo a grabar el video de la rueda de prensa, este mismo periodista no cesa en tapar mi cámara con su cuerpo, moviéndose y metiéndose en el plano, dificultando la posibilidad de conseguir una buena imagen del acto. En tres ocasiones he tenido que pedirle que, por favor, dejara de moverse, y sus respuestas era de todo menos agradables. No quiero ser mal pensada, pero normal no es.

Gracias, señor alcalde, por mofarse de mi y despreciar mi trabajo de redactora 

Dejando a un lado este altercado, Rodríguez Palacios y Lezcano han comparecido explicando el pacto que van a realizar, la entrada de Ciudadanos al Gobierno local. También han dado unas pequeñas y escuetas pinceladas de sus próximos movimientos y proyectos para Alcalá. Y, al llegar el turno de las preguntas, el Ayuntamiento se ha quitado la máscara mostrando a todo el mundo cómo se veta a un medio de comunicación.

La jefa de prensa ha empezado a dar el turno de palabra a todos los periodistas presentes, menos a mi. En tres ocasiones he levantado la mano para poder plantear mis cuestiones, y en esas tres ocasiones me ha pasado por alto, sin pena ni gloria. Hasta que el director de este medio no se ha puesto en contacto con ella para reprocharle esta actitud, no se me ha permitido hablar. Y, cuando me lo ha permitido, no se ha dirigido por mi nombre, como al resto de compañeros, sino que ha dicho a que medio pertenezco, no fuese a ser que el alcalde no tuviese identificada mi "filiación".

Así, una vez me han cedido el turno de palabra y he realizado las preguntas que consideraba oportunas y que, como periodista, tengo el derecho de plantear, el alcalde ha protagonizado una escena bochornosa. Rodríguez Palacios no ha dudado en mofarse delante de mi y de todos los medios, riéndose ante mi pregunta y mirando a otro miembro del Equipo de Gobierno, quien también se estaba riendo. Además, lejos de responder a mi cuestión, ha lanzando un acusación del todo falsa hacia mi y este medio, a lo cual yo no me he quedado callada, y se lo he rebatido. Tampoco ha respondido a lo que le preguntaba, se ha dedicado a mirar al señor Alberto Blázquez y reírse, sin darse cuenta de que, el que estaba quedando retratado, era él. Parece que no me ve con la suficiente capacidad como para ejercer mi profesión sino, no se entiende como un alcalde se puede reír de una persona que está intentando hacer su trabajo.

Este mensaje va dirigido a usted, señor alcalde. Las faltas de respeto que se han dado hoy son intolerables, y no me puedo quedar callada. ¿Ha intentado vetarme? ¿por qué no me deja hacer mi trabajo? ¿Se ha reído de mi porque soy mujer? ¿O es porque soy joven? Soy una alcalaína más, vecina suya, que pretende hacer su trabajo lo mejor posible. Usted también se habrá tenido que enfrentar a dificultades cuando empezó su carrera profesional, pero estoy segura de que nadie tuvo tan mala leche con usted como la ha tenido hoy usted conmigo. Para mi ha sido uno de los días más complicados de mi trayectoria profesional, me ha hecho sentirme realmente mal. Muchas gracias por su maldad.

¿Usted y su séquito me quieren silenciar, quieren silenciar a este medio? Les voy adelantando que no lo van a conseguir. Aunque no nos respondan a las llamadas, ni a los whatsapps, ni a los correos, seguiremos haciendo nuestro trabajo, mostrando a los alcalaínos todo aquello que parecen querer ocultarles.

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