El pasado 1 de septiembre comenzó el curso político 2022-2023 con un pleno extraordinario. Un pleno, en el que protestaban una asociación de gimnasia rítmica que no tiene donde entrenar y los trabajadores de MEG (técnicos de sonido y luces de los espectáculos que realiza el Ayuntamiento), que llevan tres meses sin cobrar. A ninguno de los dos les da solución este equipo de gobierno, igual que no se la dió a los colectivos que protestaban antes de que finalizara el pasado curso político: plantilla municipal, ampas de escuelas infantiles y casas de niños o ampa de la escuela de música.
Nuestra ciudad vive en una especie de dia de la marmota, donde los colectivos sociales, vecinales, sindicales, educativos o culturales protestan durante toda la legislatura, y este equipo de gobierno es incapaz de resolver las problemáticas. Como mucho ponen algún parche para salir del paso, pero soluciones estructurales, ninguna.
En menos de un año acaba la legislatura y este gobierno ha sido incapaz de aumentar la plantilla municipal. Han comenzado a desarrollar procesos, han vuelto a convocar bolsas de empleo, han realizado algunas contrataciones temporales, pero los problemas siguen siendo los mismos. La tasa de reposición no ha sido 0 en estos últimos 2 años, y tampoco lo fue para algunos colectivos considerados esenciales como la policía municipal, pero este gobierno no ha aumentado la plantilla en un solo trabajador o trabajadora. Todo lo contrario, porque si ha habido jubilaciones que no se han cubierto.
Y no solo eso, es que además ha privatizado servicios que se realizaban con personal municipal: la grúa, el laboratorio, la limpieza viaria de la zona centro, la piscina de verano del Carrascal o los festejos, por poner sólo algunos ejemplos. Todo ello lo hacía personal municipal, y en lugar de contratar y desarrollar las plazas fijas, los han ido dejando morir para luego privatizarlos. Esto es una clara muestra de la implantación de políticas neoliberales, propias de la derecha.
El gobierno local se dedicará a tratar de ejecutar el máximo presupuesto posible y sobre todo a publicitarlo.
Para este año no esperamos mucho más. Siendo un año electoral, está claro a qué va a jugar cada uno. La derecha se va a dedicar a atacar todas las políticas, con el cinismo de que ellos harían eso, y mucho más. Irán a las protestas de las escuelas infantiles o incluso a las de la plantilla municipal, cuando si ellos gobiernan, esos problemas serán mucho mayores y las privatizaciones aún más descarnadas. O no más, pero serán las mismas.
El gobierno local se dedicará a tratar de ejecutar el máximo presupuesto posible y sobre todo a publicitarlo. Los más de 400.000€ que los presupuestos destinan a publicidad en deportes, se gastarán hasta el último céntimo. Se pedirá esfuerzos (bien pagados) a las grandes empresas de servicios que tienen secuestrada nuestra ciudad para intentar lavarle la cara. Se realizarán obras a contrarreloj para intentar inaugurarlas antes del 28 de mayo del 2023. En definitiva, se intentará hacer creer a vecinas y vecinos de Leganés que lo que han visto estos tres años no ha pasado y que el PSOE apuesta por una ciudad “moderna y dinámica”. Y que todo lo que no funciona es responsabilidad de la Comunidad de Madrid, del PP (que evidentemente es responsable del cierre de los centros de salud de urgencia, de la falta de aulas en colegios e institutos, de la destrucción de la atención primaria o de la problemática de la vivienda).
Desde Unidas Podemos-IU vamos a seguir trabajando en alternativas transformadoras y progresistas para nuestra ciudad. Tenemos un modelo de ciudad que no es el que ha implantado los últimos 7 años el PSOE, mucho menos el de los 4 anteriores del PP. Un modelo que pasa por defender los intereses de vecinos y vecinas frente a los de las grandes empresas. Que pasa por unos servicios públicos y de calidad. Por municipalizar los servicios que vayan acabando contrato y por no privatizar absolutamente nada. Por realizar una moratoria en la construcción de viviendas hasta que se haga un estudio de cuantas hay vacías. Por recuperar la piscina Solagua y construir equipamientos deportivos en los barrios que no lo tienen aún (dirán que no se puede, pero claro que se puede, el gobierno prefiere devolver dinero a los bancos que construir infraestructuras).
Por construir centros cívicos en los barrios nuevos y mejorar las infraestructuras y la eficiencia energética en los más antiguos. En definitiva, por construir una ciudad donde merezca la pena vivir.