Para que Alcorcón pueda enfrentar los retos de nuestro tiempo debemos poner en marcha una gran transformación.

Esta legislatura ha servido para empezar a sentar las bases de este cambio hacia una ciudad para vivir.

En 2019 la ciudad se encontraba en una situación crítica, mientras que llegaremos a 2023 con proyectos que dan a nuestra ciudad perspectiva de futuro.

Ejemplos de ello son la solución al CREAA, la consolidación de ESMASA como una empresa pública estratégica para la ciudad, los primeros pasos para crear un Polo de Economía Circular, el avance hacia un nuevo modelo energético basado en renovables y los esfuerzos para modernizar nuestro sistema de protección social.

 

Sentadas estas bases, ahora tenemos que poner en marcha políticas ambiciosas para consolidar la igualdad, la justicia social y la sostenibilidad como pilares de nuestra vida en comunidad.

 

Hablamos de que la condición social no excluya de la práctica del deporte y el ocio, que nuestras políticas de igualdad sean referente nacional, que se cree empleo aquí o que dejemos de depender de los combustibles fósiles.

 

Hay que afirmar que otro futuro es posible y que, con valentía, ganaremos la próxima década. Juntas y juntos.

 

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