Por su interés, reproducimos para los lectores de Soy De Leganés, la intervención que tuvimos en el debate más importante del año en Leganés.
Esto dijimos textualmente justo hace un año, en el comienzo de nuestra intervención del debate del estado de la ciudad de 2021:
El alcalde ha despachado el debate político más importante del año en media hora. Un trámite engorroso para el señor Llorente, una molestia, como lo es gestionar para él Leganés, por eso cada día entrega una nueva competencia a otra administración (como sucedió con los bomberos) o se la deja para que la ejecute una empresa (como la inmensa mayoría de servicios públicos, desde jardinería, mantenimiento, recogida de basura, vigilancia de edificios, grúa, un larguísimo etcétera que en breve se añadirá el laboratorio municipal).
Ya no es un alcalde, ni siquiera un administrador de fincas. Es si acaso un contratista, y de los malos. Con este ritmo decadente quizá para el año que viene ya no haya ni debate, ni ciudad, lo que empieza a ser seguro es que lo mismo nos quedamos sin ayuntamiento.
Una desgana, una desidia, una desmotivación que está contagiando a todo su gobierno, a los trabajadores municipales, al tejido social, al conjunto de la ciudad. Un grave problema que no encontrará vacuna, salvo milagro, hasta 2023, si para esas elecciones no estamos ya todos infectados por esta falta de energía.
Se ha convertido el sr. Llorente en la kryptonita de Leganés, en un elemento que transmite pasividad y que ha hecho de una ciudad puntera, con miles de posibilidades y oportunidades, una localidad sin optimismo, sin proyecto, sin liderazgo.
Y este análisis no es ninguna caricatura, es el fiel reflejo de la realidad. Y es el que sufren miles de vecinos, precisamente esos vecinos que supuestamente el PSOE debe defender y son sus votantes, aunque ya no se sabe qué defiende el PSOE y es aún más misterioso que conserve votantes.
Un año después vemos que nos quedamos cortos
¿De verdad no le da vergüenza propia o ajena sr. Llorente de que 12 meses después no sólo hayamos acertado en todo sino que incluso nos hayamos quedado cortos? Porque ya han privatizado hasta los festejos. ¿No es para reflexionar que prácticamente se pueda decir lo mismo hace un año y encaje perfectamente en el día de hoy?
Su intervención de este año no ha podido ser más sintomática. Tres años de nada, unidos a los cuatro anteriores de su gobierno que ahora los quiere camuflar con asfalto, dibujos y planes de proyectos que sabe que no se harán, y de obras de maquillaje para que con propaganda a mansalva, fotos a lo Amazon y cestas de whisky intente evitar lo inevitable: este será su último debate del estado de la ciudad como alcalde. Y creo que tampoco intervendrá en el futuro como portavoz del grupo socialista. En cuanto pierda el bastón, son muchos los que estarán jugándose a los dados los restos de su túnica.
En el debate del estado de la ciudad del año pasado pusimos el ejemplo gráfico de lo que podía ser el día de una vecina, que bautizamos Cristina. Hoy no podemos hablar del día de Cristina como vecina. Se marchó de Leganés.
El año pasado describíamos las desventuras de una mujer vecina de Zarza de 28 años que no podía contactar con el 010, era tarea imposible. ¿Ha cambiado algo un año después? NO.
Y narrábamos que mientras acudía a la escuela infantil donde llevaba a su hija encontraba ratas, contenedores deteriorados, papeleras desbordadas y basura por doquier. ¿Ha cambiado algo un año después? NO.
Cuando ya estaba en la puerta de la escuela infantil tenía que volverse con la cría ya que no tenía profesora su hija. Una suplencia o una baja sin cubrir. Un cuento nuevo en cada ocasión, porque no era la primera vez ¿Ha cambiado algo un año después? NO.
Decíamos el año pasado que Cristina, ya que no podía dejar a la niña en la escuela infantil, llamémosla El Rincón, se encaminaba a ir a la piscina con su familia. El día era muy caluroso. Pero se la encontraba cerrada. Abrirían el 25 o ya se vería. ¿Ha cambiado algo un año después? NO. O sí, a peor, lo del 25 de junio, imposible que se abra la piscina el Carrascal, porque claro, en este ayuntamiento siguen sin descubrir que los Reyes Magos son el 5 y el 6 de enero, siempre les pilla por sorpresa, y también se olvidan que en Leganés desde finales de mayo hace calor o que las Lunas del Egaleo empiezan en junio y no en función de la temporada del maíz.
Como la mañana estaba siendo improductiva contábamos el año pasado que Cristina aprovechó para ir al edificio Dejóvenes para hacer una consulta jurídica, por si la podían echar una mano a solicitar una ayuda como madre joven. Se fue a plaza España y le dijeron que no se prestaba ya este servicio, tampoco lo prestaba el ayuntamiento en el área de mujer. ¿Ha cambiado algo un año después? NO
De Cristina el año pasado detallamos que empezó a darse una vuelta por el centro del pueblo, que vio a unas personas sin hogar con unos carteles que pedían que el gobierno cumpliera y abriera el albergue, un comedor y que se dieran tres comidas al día como aprobó el pleno. Cristina les preguntó que cómo era posible eso y que le explicaran que si se ha aprobado en un pleno por qué eso no se cumplía. Estas personas vulnerables se encogieron de hombros. Nadie sabía nada. ¿Ha cambiado algo un año después? NO.
Cristina, relatábamos el año pasado, seguía caminando y se encontraba con unas bicis un tanto destartaladas, con una pegatina del ayuntamiento, no las prestó mucha atención, no le parecía algo muy atractivo. Después de varias horas de ajetreo vio a un coche de la policía local, y dijo “anda, cuánto tiempo que no veía uno”. ¿Ha cambiado algo un año después? NO. Bueno, algo sí, ahora ya no puede ver las bicis, ni destartaladas ni con pegatinas ni sin ellas. No hay bicis. Y durante algunas noches no ha habido ni un solo coche de la policía local patrullando.
El año pasado, representábamos a Cristina pasándose por la escuela de música, para presentar una queja porque su hija no había podido recibir clase de su instrumento durante mucha parte del año. ¿Ha cambiado algo un año después? NO.
A Cristina le decían que la queja la tenía que presentar en la Casa del Reloj y con cita previa, nada presencial y le citaban para varios días. Entonces la pandemia del coronavirus obligaba a ir con mascarilla por todos los lados, los plenos no tenían público, había restricciones de aforo… Ahora casi todo eso es historia, pero ¿Ha cambiado algo un año después? NO.
Ya en su casa el año pasado Cristina se ponía a pensar cómo había sido el día y todo le parecía confuso. Si pagaba todos los impuestos, hasta le habían dado un subidón en el IBI que había leído en un periódico que podría ser ilegal, cómo era posible que los servicios que se estuvieran prestando fueran tan deficientes. ¿Será que el ayuntamiento no tiene dinero?
Pero curioseando por internet buscando cómo hacer un trámite en leganes.org que daba por imposible vio que Leganés había tenido un superávit de 50 millones de euros, y que se iba a gastar 10 millones en una rotonda y más de 30 en asfaltar calles y polígonos. Cristina reflexionaba y comentaba “yo no sé nada de política, pero si no funciona el 010, las calles no están limpias, la basura no se recoge, las personas más necesitadas no tienen ni albergue, ni comedor, los niños no tienen profe en la escuela infantil y montones de autónomos y empresas están cerrando, ¡cómo puede haber superávit y cómo se puede gastar el alcalde el dinero en rotondas y alquitrán”!
Pues bien ¿Ha cambiado algo un año después? NO. Bueno, algo, ahora el superávit es de 66 millones, y además de en alquitrán, el dinero va a ir a por ejemplo 4 millones en contenedores de basura que se van a quedar en un almacén. Porque alguien tuvo la brillante idea de creer que el sistema de recogida neumática de basura de zarza no necesita mantenimiento ni dedicar un solo euro. Es mejor quitar los buzones, cerrar los agujeros, algunos mejor dicho, y quitar plazas de aparcamiento, porque en el barrio sobran, para poner contenedores.
Ustedes son un lastre para Leganés y todos remarán juntos, incluidos muchos que simpatizan con el PSOE a escala autonómica o nacional
¿Y qué es lo que sí ha cambiado este año? Que Cristina se mudó de ciudad y vive en otra de alrededor, también gobernada paradójicamente por el partido socialista, pero que se parece al Psoe de Leganés como un huevo a una castaña.
Ya el año pasado Cristina se preguntaba si todas estas malas gestiones y servicios que daba el ayuntamiento de Leganés también sucedían en otros municipios. Habló con su hermana Raquel, que vive en Fuenla y con su hermano Paco, de Getafe. “Allí gobierna el PSOE también, pasará lo mismo”. Les llamó y sus dos hermanos le dijeron que allí las piscinas ya están funcionando, que hay ayudas directas a pymes, que no se tarda casi nada en dar una licencia para poner el ascensor y que hay un montón de subvenciones en muchas cosas. Cristina no salía de su asombro. No puede ser que en Fuenla estén mejor que en Leganés. Pero si Leganés siempre ha sido mucha más ciudad. Recordaba de niña ver un flamante Pabellón Europa o una estupenda piscina Solagua. Y claro, dijo para sí, “son recuerdos. Y los recuerdos, como los sueños, sueños son”.
Y Cristina soñó con una nueva vida, con una ilusión por residir en una ciudad pujante, con proyectos, con energías renovadas y con mucha tristeza se dio cuenta de que Leganés no podía satisfacer esos sueños, que los mismos se estaban convirtiendo en una pesadilla.
Mire, sr. Llorente y gobierno local, ustedes ya han decidido que para que lo que les queda en el convento mejor no dejar nada dentro, arrasaron en su día con la piscina Solagua y ahora se han cargado hasta el apiario de Polvoranca, sí, hasta a las abejas, porque ustedes no saben mantener ni gestionar nada y de ahí su obsesión por entregar competencias municipales a terceros, despatrimonializar la ciudad entregando parcelas y millones de euros a EMSULE para mantener con respiración asistida a un chiringuito inútil, que no pase nada por no dar ninguna explicación a que se pagaran 12 euros por mascarilla usando a una entidad opaca como la Fundación Juan Muñoz, que se torpedeen todas y cada una de las comisiones de investigación, que por su incompetencia se hayan perdido innumerables recursos y subvenciones europeas, estatales y autonómicas por no saber siquiera leer bien los proyectos.
El listado de despropósitos es amplio, un ayuntamiento moroso con autónomos, contratas y pymes, a las que ahoga y empuja a la ruina, que no paga ni la nómina a sus empleados a tiempo salvo cuando un juez amenaza con tocar el bolsillo personal del alcalde y de la concejala de RRHH, ¿Eso quieren, judicializar todo? Tienen a la ciudad en el podio de los delitos y con la medalla de oro en vertederos ilegales, otro reconocimiento como el de corazón de piedra al que menos dedica a servicios sociales y un largo etcétera donde nos encontramos desde el desmantelamiento de la ludoteca y el CRIA de La Fortuna a unas obras chapuceras millonarias en asfalto y tartán que se deterioran a los dos días.
Frente a esto, desde ULEG vamos a seguir ofreciendo a la vecindad de Leganés una alternativa, en realidad la alternativa. Donde no miramos siglas, por eso defendemos un mejor servicio de cercanías de la C5 mande quien mande. No como otros.
Buena prueba fueron nuestras propuestas para los presupuestos, donde hemos adelantado muy por la izquierda y abanderado el verdadero progresismo con iniciativas como dedicar un millón de euros a la prevención del suicidio, la primera causa de muerte entre los jóvenes españoles.
Pero ustedes a esto y a otras medidas como ayudas para instalar ascensores, para arreglar las superficies de los garajes y facilitar su accesibilidad, colaborar con entidades que hacen un enorme trabajo con personas con TEA o hacer una auditoría que controle y mejore la gestión del ayuntamiento y de EMSULE, medidas todas que mejorarían sustancialmente la vida de los leganenses y especialmente los que menos tienen, como la de los 9.683 parados pepineros, dijeron lo que más les gusta: No, nada, cero. Los vecinos ya saben quién es su amigo y quién no, que se lo pregunten al mayor de 80 años con las piernas amputadas que gracias a ULEG le eliminarán una pequeña barrera arquitectónica que para él es una nueva oportunidad de vivir con dignidad. Ustedes ni fueron a ver qué le pasaba y le despacharon con su no habitual.
Y como hemos relatado, como si fuera el día de la marmota, casi todo se mantiene inalterable desde el año pasado. Y en la mayoría de casos, se ha alterado a peor. Si era marca de la casa no dar explicaciones sobre nada, ya han rizado el rizo: les hemos pillado sus pensamientos en voz alta: A la Oposición, ni agua. Aunque también nos mandan besitos o se dibujan corazones mientras se grita “¿Me vas a pegar?” Todo muy berlanguiano, como este gobierno.
A su listado interminable de culpables y malos oficiales con los que excusan su ineptitud: ULEG, la oposición, la intervención municipal, cierta prensa, curiosamente la prensa más libre, fenómenos meteorológicos como Filomena o incluso la ley y las normas son para ustedes el enemigo, se suman nuevos actores, como los ciberdelincuentes (estos valen para todo), la federación local de asociaciones de vecinos o la Federación de Asociaciones de personas con discapacidad física y orgánica de la Comunidad de Madrid (FAMMA-Cocemfe Madrid), sus últimas bestias negras.
Son un gobierno de chiste, pero que no hace ninguna gracia. Porque ninguna gracia hace cómo tienen el centro de empresas municipal, donde las naves y oficinas están vacías y a precios prohibitivos mientras centenares de autónomos y emprendedores echan el cierre o se marchan a otras localidades más comprensivas. Son un gobierno que justifica su absoluta pasividad achacándolo a la carga de trabajo. Misterio reservado para Iker Jiménez y su Cuarto Milenio. Otro misterio a la altura de la Santísima Trinidad es cómo un gobierno presuntamente socialista y tan beligerante contra la mala, malísima Díaz Ayuso le concede premios por su gestión hospitalaria o le entrega los bomberos de Leganés y está deseando colocarle el CAID, la escuela de música o las escuelas infantiles.
Porque en este último año cambiaron de cromos, pero no de álbum, que ya tenían comprado desde la investidura: sigue gobernando en A o en B y con todo el teatrillo del mundo el mismo tripartito inoperante. Lo ha confesado hoy mismo Llorente.
En este último año se han reiterado y aumentado los ofrecimientos de acuerdo y consenso desde ULEG, y una vez más nunca se atendía a ninguna llamada y la mano tendida fue contestada con unas modificaciones presupuestarias donde no se aceptó ni una sola propuesta de la oposición ni de entidades, empresas o vecinos y con unos recientes presupuestos municipales donde se hizo el triple de caso a la oposición, entidades, vecinos o empresas: Nada, de nada, sobre nada. Cerca de 150 alegaciones tan tiradas a la basura como los buzones de recogida neumática de Zarza.
Por desgracia, nos queda otro año donde harán bueno el dicho de dime de lo que presumes y te diremos de lo que careces: presumirán de ser de izquierdas, de proteger a los más vulnerables, de defender lo público, de ser feministas, ecologistas, dialogantes, participativos, de buenos gestores, de progresistas. Pero basta con ver cómo tienen la ciudad, los servicios municipales, a la plantilla (da igual el escalafón o la dedicación, desde conserjes, limpiadores, administrativos o policías), las inexistentes juntas de distrito, los desaparecidos planes de igualdad y las ayudas jurídicas a las víctimas de violencia de género, cómo les contestan todas y cada una de las entidades del variado tejido social de Leganés, o los expedientes que se eternizan para todo (salvo si hay un balón o un ladrillo por medio), para que ese espejito donde se miran y les dicen que son lo más, se rompa en mil pedazos. Por lo que se ve hasta les dedican poesías en sus despachos, como hacía Quevedo al valido Conde Duque de Olivares. Ya se manifiestan contra ustedes tanto en prosa como en verso.
¿Quién no se queja?
Los únicos que no se quejan de este gobierno son sus cargos de confianza. Y eso ha cambiado este año. También ellos se quejan, entre otras cosas porque entre esos cargos de confianza del gobierno hay miembros de la oposición, sí, todo muy kafkiano, pero qué no ha sido kafkiano en el partido que se presentó como “el mejor ayuntamiento el pueblo”.
Concluimos:
Leganés vive una pesadilla de la que confiamos solo queden 345 días y despertemos por fin en una ciudad donde ningún vecino ni vecina como Cristina se tenga que ir y que muchos vecinos de otras localidades sueñen con vivir aquí. Ese es mi reto y el reto de Unión por Leganés-ULEG.
Porque por suerte para todos el reloj del cambio ya inició su tic, tac. Sí, seguro que nos dirán que ya hemos dicho esto otras veces. Pero en el fuero interno suyo y nuestro saben que esta vez será distinto, muy distinto. También lo sabe la integridad del tejido social, vecinal, empresarial, sindical, profesional…
Hay unanimidad: ustedes son un lastre para Leganés y todos remarán juntos, incluidos muchos que simpatizan con el PSOE a escala autonómica o nacional, para librarnos democráticamente de este PSOE que deteriora nuestra ciudad. Ustedes representan la decadencia. Nosotros el progreso. Y esta verdad es imparable.