El 28 de junio se celebra el Día Internacional del Orgullo LGTBI, como cada año, en conmemoración de los disturbios de Stonewall (New York, EE.UU) de 1969 que marcaron el inicio del movimiento de liberación homosexual. El respeto a la diversidad sexual reivindica el derecho de las personas a vivir con libertad su orientación sexual e identidad de género, sin temor a discriminaciones ni represalias.
El artículo 14 de la Constitución española proclama el derecho a la igualdad y a la no discriminación. Establece para ello que todas las personas son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer ninguna discriminación por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o ideas políticas, o por cualquier otra condición personal o social. Los poderes públicos tienen por ello el imperativo legal y moral de garantizar, a través de las políticas públicas, la libre determinación de la orientación sexual y la identidad de género de la ciudadanía.
Si echamos la vista atrás a las últimas décadas, los logros de un colectivo que durante tanto tiempo estuvo oculto y fue estigmatizado, como ha sido el colectivo LGTBI, han sido inmensos. Pero aún existen demasiadas situaciones en las que se tienen que enfrentar a experiencias discriminatorias que no pueden tener cabida en una sociedad democrática como la nuestra. A lo largo de la historia, las personas LGTBI han tenido que soportar vejaciones, agresiones, cárcel y, aún en algunos países, la pena de muerte.
El Observatorio Contra la Homofobia (OCH) ha registrado 70 incidencias , más del doble que durante el mismo periodo que el año anterior
En el momento actual, El Observatorio Contra la Homofobia (OCH) ha presentado un documento balance de las incidencias durante los tres primeros meses del 2022, un periodo en el que las violencias y discriminaciones se han disparado de "forma alarmante".
Durante este periodo señalado se han registrado un total de 70 incidencias, más del doble que durante el mismo periodo el año anterior, cuando se contabilizaron 34. Las discriminaciones más registradas son las muestras de odio y exaltación (24,3%) hacia el colectivo, seguido de las agresiones físicas (20%) y las agresiones verbales (18,6%). Por otro lado, la OCH destaca que se han registrado más agresiones físicas que verbales. Lo que supone estar ante una situación "muy preocupante" y por tanto el "fracaso" de las políticas públicas.
Ante esta situación, es imprescindible mostrar nuestra defensa de la igualdad social y no discriminación de las personas del colectivo LGTBI por razón de su orientación sexual, identidad o expresión de género; reconocer la LGTBlfobia y los discursos que la alientan como una afrenta a la calidad democrática porque apela directamente a los estándares de libertad de nuestro país; así como remover los obstáculos para que la libertad y la igualdad del colectivo LGTBI sea una realidad compartida en la sociedad.