Es bueno practicar deporte, siempre que se haga con responsabilidad, claro está. Sobre todo, si se trata de hacer ejercicio en los meses más calurosos del año, donde puedes tener un disgusto. Ya se sabe que estamos en plena ‘operación bikini’ pero por encima de eso está tu salud, así que traemos algunos consejos para que puedas seguir practicando tus deportes favoritos incluso en verano.
Cuidado con los golpes de calor. Sí, es obvio, pero aún hay que recordar que las horas más centrales del día también son las más peligrosas. Intenta no hacer deporte entre las 12:00 y las 16:00 horas. Cambia tu rutina deportiva al amanecer, en las primeras horas, o al atardecer, en las últimas horas.
Es muy importante hidratarse con agua. Sí, agua, o si no es suficiente, bebidas isotónicas. Nunca debes beber refrescos. Aparentemente, como su nombre indica, refrescan, pero no es así, de hecho, puede ser peligroso y tiene el efecto contrario, ya que al tener gran cantidad de azúcares necesitan más agua para procesarlos.
Los golpes de calor presentan distintos síntomas, pero si padeces algunos, llama al 911
Utiliza gorras para cubrirte la cabeza y gafas de sol, así como protección solar media hora antes de salir a la calle, no queremos que a la larga desarrolles melanomas, también conocido como cáncer de piel.
Intenta llevar ropa cómoda y fina, evitarás acumular el calor durante el deporte, sobre todo si es técnica. Además, no es cierta la creencia de que el color negro da más calor. Sí, lo recibe, pero es más fácil que ‘abandone tu cuerpo’, mientras que los colores claros no permiten tan fácilmente que los expulses.
Evita comidas pesadas. Sí, sabemos que el cocido madrileño o la fabada asturiana está muy rica, pero a la hora de hacer la digestión es más lenta y ¡no querrás que tu eficiencia durante el ejercicio disminuya!
También podrás practicar deportes refrescantes, como la natación, el waterpolo, el surf, buceo y el snorkel (si vas a la playa o a sitios habilitados para ello). También puedes hacer paddle surf, kayak, piragüismo, canoas, o ir al gimnasio, donde seguro que tendrán aire acondicionado.
Si tienes o alguien que conoces tiene fiebre, te sientes confuso, agitado o te cuesta hablar, así como la piel seca o sudoración excesiva, náuseas, vómitos, piel enrojecida, el pulso y respiración acelerada, dolor de cabeza o desmayos, o algunas de ellas es probable que tengas o tenga un golpe de calor, por lo que te aconsejamos que llames al 911 e intenta enfriar a la persona en cuestión con duchas de agua fría o similares. Coloca también paños o toallas húmedas sobre su cuello, las axilas o las ingles.