Estimados vecinos:

La llegada de la primavera, ya tan próxima,  es siempre un motivo de alegría,  más aún cuando, después de un año como el que hemos pasado a causa del COVID-19,  empezamos a atisbar una salida. Las cifras de contagios siguen bajando y el número cada vez mayor de personas vacunadas nos permite ser más optimistas.

Estas semanas hemos ido retomando cierta normalidad, con la reapertura de  los parques y espacios deportivos al aire libre, la reactivación de la programación cultural en el Auditorio y de las actividades en la Casa de la Juventud o la presencia de lectores y estudiantes de nuevo en las bibliotecas y salas de lectura. 

Pero no podemos relajarnos. Controlar esta pandemia sigue siendo en buena medida responsabilidad de todos, con el cumplimiento de las normas dictadas por las autoridades sanitarias y las medidas básicas de prevención: mascarilla, distancia y lavado de manos.

Desde el Ayuntamiento seguimos trabajando para facilitar la vida de los vecinos en  las circunstancias que atravesamos, especialmente de los más vulnerables. Los mayores cuentan con más servicios de atención online y vía Whattsapp y hemos puesto en marcha un servicio de préstamo de tablets para ellos con el fin de que puedan estar  conectados.

Ofrecemos a  las entidades deportivas instalaciones municipales o alquiladas por el Ayuntamiento para que puedan seguir entrenando; continuamos ofreciendo formación telemática para la búsqueda de empleo o aportando claves  para que los comerciantes puedan mejorar sus negocios.

De cara a retomar la vida en la calle con la llegada del buen tiempo, estamos finalizando la remodelación integral de varios parques, hemos instalado un rocódromo en el skatepark para los jóvenes y vamos a adjudicar de nuevo la explotación de los 44 huertos urbanos ecológicos.

El temporal de nieve del pasado mes de enero afectó especialmente a la masa arbórea del municipio: 16.000 ejemplares dañados, la mayoría de ellos en el monte. Trabajamos sin descanso para recuperar lo antes posible también esta normalidad; mientras, intentamos sacar el mayor provecho posible de las circunstancias, con el reparto entre los vecinos de centenares de toneladas de leña procedente de estos árboles y la reutilización como abono de parte del material vegetal afectado. Este año más que nunca hay que prevenir los incendios forestales por lo que tenemos pastando por las fajas de seguridad a nuestras "ovejas bombero".

La mejora de la ciudad y de la calidad de vida de los vecinos son nuestras prioridades.

Recientemente he propuesto a la Comunidad de Madrid una medida más para paliar nuestros problemas de transporte:  la ejecución de un carril bus VAO en la M-511 y la M-502, que aliviaría los atascos de salida de Boadilla en esa zona. Además, ya hemos cubierto el 50 % de las calles previstas en la operación asfalto que está en marcha en las urbanizaciones históricas, en las que también se han acerado algunas calles,  estamos  creando sendas para ciclistas y peatones que conectan  distintas zonas del municipio y hemos aumentado la capacidad de aparcamiento en varias calles colocando muchas de sus plazas en batería.

Cuidamos nuestro entorno natural y  nuestro patrimonio histórico,  especialmente el palacio del Infante D. Luis, que seguimos restaurando y en el que aún encontramos sorpresas, como los frescos que han aparecido en el techo de las habitaciones de la condesa de Chinchón. Cuidamos también nuestro tejido empresarial y la oferta de servicios desde todas las áreas municipales.

Y sumado a todo esto, ostentamos un título especialmente importante: somos el municipio de más de 50.000 habitantes más seguro de la Comunidad de Madrid y el segundo de España, según los datos ofrecidos por el Ministerio del Interior relativos a 2020.

Todas estas circunstancias hacen de Boadilla un lugar en el que merece la pena vivir; un lugar en el que, por encima de todo, destacan sus más de 60.000 vecinos para  los que, como Alcalde,  me llena de orgullo poder trabajar.