El primer centro 100% eléctrico de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid podría entenderse como “todo un regalo para los empresarios que resulten agraciados”. Esta es la reflexión que podríamos hacer tras considerar las criticas del grupo municipal socialista. El PSOE ha reaccionado ya a la licitación por 366,7 millones de euros que ya ha sacado la EMT para el Centro de Operaciones La Elipa, que se levantará sobre los terrenos del antiguo centro para operar una flota de autobuses 100 % eléctricos.
El contrato tendrá una duración de 20 años, incluyendo 17 años de fase de explotación del centro, y las empresas cuentan con un plazo de 90 días para presentar sus proyectos. Según explica el Ayuntamiento de Madrid, el adjudicatario entregará un centro finalizado y en funcionamiento, ocupándose de todo lo relativo al suministro de energía eléctrica, disponibilidad de las instalaciones y mantenimiento.
Al concejal socialista Ignacio Benito le parece “obscena la explicación que ofrece el Gobierno municipal”, especialmente la relativa al riesgo tecnológico por la posible evolución de la electrificación. Es cierto que el consistorio madrileño indica que, además de flexibilidad financiera, EMT Madrid busca la reducción de ese riesgo, la garantía de calidad mediante la obligación contractual que implica el mantenimiento o la especialización en la construcción y gestión de este tipo de infraestructura.
“La EMT es la joya de la corona y pretenden venderla por piezas”, dice el socialista, aunque fuentes municipales indican que con esta operación, la empresa municipal mantendrá sus habituales actividades y procesos operados por el personal de la empresa municipal, conservando sus “altos estándares” de calidad. PSOE denuncia que hasta dentro de dos décadas “la EMT no volverá a tener pleno dominio de estas instalaciones, hasta ahora 100% públicas”, y señalan que “el proyecto ha pasado de costar 90 millones de euros en 2019, con un tiempo de ejecución de 18 meses, a 366 millones hasta dentro de 20 años”. “Almeida vuelve a mostrarse como el alcalde de los pelotazos, con uno nuevo, el de La Elipa”, apunta Benito, alertando de “que nos va a salir bien caro a los madrileños”.