Solo quedan dos posibilidades: o gallinas o chorizas y chorizos.
¿Dónde están todos estos alcaldes responsables de cientos de miles de personas en ayuntamientos gobernados por el Partido de Pedro Sánchez?
Todos estos que se llaman socialistas, todos estos que presumen de trabajar afanosamente para el bien del pueblo, del, como dijo Robe, “del imbécil”, que hay muchos.
¿Dónde, Javier Ayala, Sara Hernández, Candelaria Testa, Ramón Jurado, Ángel Viveros, Juan Lobato?
¿Dónde?…
¿Qué más tiene que destaparse y qué vergüenzas pasar para que la gente decente del PSOE, que sé que existe, salga de poner los huevos a buen recaudo? ¿No os dais cuenta de que esto se está volviendo irreversible?
En un rato entrevistaré a Ibarrola aquí, en Navarra, y le preguntaré por qué Navarra, qué pasa con Navarra y el socialismo, por qué está el foco aquí al igual que en el pasado. Aquí salen los chorizos mientras los huevos los guardan otros que aplauden al fragor de la lumbre de la parrilla para luego, entre todos, beberse unos vinos, follarse a unas o unos jovenzuelos y comerse alegremente tan magra carne con tocino.
Ahora que se levanta la parrilla y se apaga el fuego, ¿la culpa de joder la dieta la tienen los fachas? Todos los demás, atónitos, vemos los restos de los polvos blancos que han dejado las hogazas de pan allá en el pueblo y, como tontos, aguantamos el chaparrón esperando a que pase un milagro aquí, en el pueblo de Cerdán.
No sé muy bien a qué esperamos para denunciar en la puta cara de todos estos ‘guardahuevos’ que están equivocados, que dejen de jugar con nuestro futuro y el de nuestros hijos, y que salgan por una vez de su puta cesta y dejen allí los huevos, ya muy podridos. Si no, ellos se convierten, a su vez, en chorizo, el buen ‘chorite’ al Pedro Sánchez.