Según el reciente estudio publicado en Nature Aging, hablar varios idiomas “fortalece las funciones cognitivas que se debilitan con el paso de los años”. Es decir, el multilingüismo protege al cerebro contra el envejecimiento acelerado, tanto a nivel cognitivo, como funcional.
No obstante, aunque este efecto protector se ha observado especialmente en adultos, sus beneficios comienzan a manifestarse desde la infancia. Durante los primeros años de vida, el cerebro de los niños se caracteriza por tener una gran plasticidad. En otras palabras, es extremadamente receptivo a los nuevos estímulos y aprendizajes. Este periodo es fundamental para el desarrollo de las habilidades cognitivas y lingüísticas, ya que el cerebro está en constante construcción y adaptación.
En ese sentido, el bilingüismo tiene un impacto positivo en estas áreas. Al estar expuestos a dos idiomas desde muy pequeños, los menores no solo adquieren vocabulario, sino que también desarrollan otras habilidades como la memoria, la atención y la resolución de problemas. La exposición temprana a dos lenguas fortalece las conexiones neuronales, lo que, a su vez, fomenta un desarrollo cognitivo más robusto y flexible, capaz de gestionar diferentes tareas y situaciones de forma eficiente.
Los beneficios del bilingüismo
Desde el año 2010, diversos estudios desmienten la creencia generalizada de que los niños plurilingües tienen “desventaja” en comparación con los monolingües. De hecho, estas investigaciones demuestran que el bilingüismo “permite un control cognitivo con mayor nivel, influyendo a nivel estructural y funcional en áreas cerebrales involucradas en la cognición y el lenguaje”, según explica la organización Saera. Asimismo, este manejo de ambos idiomas “facilitará la comunicación entre regiones cognitivas, motoras, sensoriales y perceptuales”, apunta la institución.
Sus beneficios van más allá de abrir puertas laborales, ya que también potencian la comunicación, creatividad, la flexibilidad mental, la apertura cultural o el pensamiento crítico. Los alumnos bilingües tienen “un rendimiento académico superior” en materias como la lectura, la escritura y las matemáticas, concluyen numerosos estudios.
Por otra parte, la coordinadora de Casvi Internacional American School, Nicole Batalla, detalla que los niños políglotos suelen ser más curiosos y prestan más atención a los sonidos y palabras: “A veces, puede parecer que tardan un poco más en hablar, pero es porque están procesando dos lenguas al mismo tiempo”.
En ese sentido, el bilingüismo fortalece las conexiones neuronales que ayudan a los menores a gestionar y alternar entre los diferentes idiomas. Esto, conocido como “habilidades de control ejecutivo”, está estrechamente vinculado con la capacidad de ejecutar tareas que requieren una mayor flexibilidad mental, como la multitarea. “Los niños bilingües están acostumbrados a cambiar de idioma según la situación, lo que les ayuda a adaptarse más fácilmente a distintos contextos”, señala Nicole Batalla.
Según los expertos, la mejor etapa en la que el cerebro puede diferenciar “con mayor facilidad los idiomas” es entre los 6 y los 12 meses. Por lo tanto, este es el periodo en el que el menor está “más preparado para la adquisición del lenguaje”, lo que impulsa el aprendizaje de ambos.
Nicole Batalla explica que, durante estas primeras etapas, el enfoque que se da a la educación en una modalidad multilingüe es mediante el juego: “Se utilizan canciones, cuentos, rutinas diarias y juegos para que los niños asocien palabras con acciones y objetos”. Asimismo, recalca la importancia de crear ambientes donde los niños se sientan cómodos para hablar, “aunque mezclen palabras o comentan errores, porque así es como aprenden”.
Por otra parte, UNIR argumenta que en el caso de la educación infantil: “Se observa un beneficio mayor en cuanto al aprendizaje de una segunda lengua, debido a que aprenden ambos idiomas como si fuese su lengua materna, absorbiendo la entonación y otras cuestiones mucho mejor que un adulto”. La plasticidad cerebral de los niños les permite aprender los dos idiomas con la misma facilidad con que asimilan la materna, lo que les otorga una ventaja única en cuanto a su desarrollo lingüístico y cognitivo.
Más información en www.casvitrescantos.com.