Interminable, como la historia del novelista alemán. Así está siendo la espera de los vecinos de Torrejón de Ardoz respecto a la materialización del Bus-Vao de la A-2. La Comunidad de Madrid ha vuelto a reclamar -una vez más- al Ministerio de Fomento la puesta en marcha del proyecto a través de la figura de la consejera de Transportes, Vivienda e Infraestructuras, Rosalía Gonzalo. “La solución a los atascos podría ser ya una realidad porque el carril Bus-Vao depende únicamente de la firma del convenio de colaboración de los cuatro actores implicados: Ministerio de Fomento, Ministerio de Interior, Ayuntamiento de Madrid y Comunidad de Madrid”, explicaba Gonzalo.
Durante el mandato del popular Íñigo de la Serna a cargo de Fomento se especuló con diversas fechas para el estreno de una de las demandas ancestrales más sonadas del Corredor del Henares, “se implantará de forma experimental a lo largo de 2018”. El convenio que daría forma a lo que en la actualidad es todavía una ensoñación “cuenta con la mayoría de informes favorables desde el pasado mes de septiembre”, incidía la consejera en funciones. No obstante, apostillaba, este está supeditado al “visto bueno de la Administración del Estado, el último requisito para plasmar la firma y poner en marcha el proyecto”.
Dándole forma...
El fin es implantar en la A-2 un modelo de carril bus que priorice el transporte público en detrimento del vehículo privado. Una inversión de 13 millones de euros que, una vez puesta en funcionamiento, reservará el carril izquierdo de la calzada durante las horas punta, para la circulación exclusiva de autobuses y vehículos con alta ocupación. Así, se prevé que la mejora de este servicio y la reducción en los tiempos de espera puedan incrementar hasta en un 15% la demanda del servicio de los autobuses interurbanos en el Corredor del Henares; y hablando precisamente de espera, ojalá que esta vez sea más corta.