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El Hospital Universitario de Torrejón, a la vanguardia de la tecnología
El centro médico utiliza cirugía láser para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata, una técnica que se realiza en pocos hospitales
Torrejón de Ardoz |

La hiperplasia benigna de próstata es un crecimiento benigno de la próstata, que puede producir la obstrucción de la salida de la orina y producir síntomas miccionales. Se trata de una patología que limita de forma muy significativa la calidad de vida, y que se presenta en más de la mitad de los hombres mayores de 60 años.

Cuando los síntomas son leves o moderados, y con poca afectación en la calidad de vida, lo indicado es observar la evolución y realizar cambios en el estilo de vida. Sin embargo, cuando los síntomas se agravan, hay que pasar a la cirugía. Este tratamiento quirúrgico se basa en la eliminación del tejido prostático obstructivo, a través de cirugía abierta o con técnicas a través de la uretra.

En el Hospital de Torrejón hemos realizado más de 200 procedimientos de este tipo, que permite una rápida recuperación, con una estancia hospitalaria corta y una retirada de sonda vesical de forma precoz

En el Hospital Universitario de Torrejón tratan esta patología gracias a su avanzada tecnología, mediante energía láser. Los profesionales que intervienen en las cirugías separan el tumor benigno de próstata de la cápsula prostática con el uso de la cirugía láser que permite operar cualquier tamaño prostático, sin necesidad de realizar cirugía abierta -la forma más habitual-. Los resultados funcionales son muy buenos y duraderos, y la tasa de complicaciones es mucho menor que con las técnicas convencionales.

Por el momento, "en el Hospital de Torrejón hemos realizado más de 200 procedimientos de este tipo, que permite una rápida recuperación, con una estancia hospitalaria corta y una retirada de sonda vesical de forma precoz, lo que supone una ventaja para el paciente", indica el médico especialita del Servicio de Urología del hospital, Julio Fernández del Álamo. Además, "a pesar de ser una técnica habitual con más de 20 años a sus espaldas, se realiza en pocos hospitales porque necesita una dotación tecnológica importante y de una gran especialización por parte de los médicos que la utilizan", concluye.