A las seis de la tarde, apenas 2 horas después de la finalización del Pleno Ordinario de febrero, estaba la Corporación Municipal convocada para la celebración del Pleno Extraordinario de Presupuestos de 2022. La expectación, sin duda era alta, así como la afluencia de público, demostrando que esta votación era clave para el devenir del municipio en el corto y medio plazo.
El Equipo de Gobierno no había establecido ninguna negociación previa con Podemos, algo que si había ocurrido en otras ocasiones. Estaba claro que había cerrado el apoyo presupuestario por otra parte. En esencia lo que estos Presupuestos nos estaban proponiendo era un aumento de los ingresos y de los gastos municipales sin precedentes en la localidad, hasta superar la cifra de los 126 millones de euros, 44 millones más que en los últimos presupuestos. Toda una declaración de intenciones para afrontar la próxima campaña electoral que se aproxima en el horizonte.
Esos 44 millones extra, aparecen, a grandes rasgos, por una parte, de la subida del IBI y la tasa de basuras, así como de otros impuestos directos y tasas, hasta rozar los 8 millones de euros y por otra parte de una operación de endeudamiento con los bancos de 36 millones de euros. Todo esto, con unos ahorros de 48 millones de euros esperando a ser gestionados en distintos proyectos paralizados, como por ejemplo el parque de La Marina. En nuestra opinión tendría mucho más sentido gastar el dinero, que ya tenemos, antes de pedir dinero a los bancos, especialmente cuando existe un informe de servicios económicos que cuestiona la posibilidad de gastar tanto dinero en tan poco tiempo.
No se nos entienda mal, en ocasiones nos vemos obligados a recurrir a la financiación ajena para cumplir nuestros sueños, ojalá no fuera necesario, pero hoy en día la compra de una vivienda o la creación de una empresa, requieren habitualmente de este paso. Lo comprendemos. Comprenderíamos que el Ayuntamiento generase una deuda de este tamaño para cambiar Sanse de arriba abajo, para apostar firmemente por las energías renovables creando comunidades solares fotovoltaicas y apostando, de verdad, por la movilidad sostenible y el reciclaje, para atraer empresas y tecnología a nuestro municipio que creasen empleo de calidad en clave digital y verde, para solucionar los grandísimos problemas de acceso a la vivienda en Sanse o para rebajar a cero los meses de espera si la suerte te da la espalda y tienes que recurrir a servicios sociales, en definitiva para que Sanse se incorpore de una vez al siglo XXI. Pero por desgracia esto no es así.
¿Cuál es el plan estrella del Equipo de Gobierno en estos presupuestos del endeudamiento electoral? Asfaltar el 90% de los viales del pueblo por 19,2 millones de euros. Sería una propuesta magnífica en 1950 cuando las calles eran de tierra, pero en 2022, aunque haya algunas zonas que necesitan renovar el asfaltado, nos parece una propuesta desproporcionada y sin rumbo.
¿Qué otras prioridades reflejan el capítulo de gastos respecto a los presupuestos de 2021?
En esencia lo que estos Presupuestos nos estaban proponiendo era un aumento de los ingresos y de los gastos municipales sin precedentes en la localidad
Algunas de estas inversiones son claramente prescindibles o directamente indeseables, pero muchas otras son positivas para el municipio, no nos cabe duda, muchas de ellas las compartimos y las valoramos positivamente, como las subidas de 1 millón de euros en educación y cultura o los 125.000 euros destinados a poner las bases materiales del nuevo Centro de Protección Animal.
Mención aparte merecen partidas, que en unos presupuestos dopados financieramente como los que se nos presentan, suben de manera insuficiente o incluso bajan con respecto a 2021, como son Servicios Sociales, Escuelas Infantiles, Movilidad Urbana, Promoción Cultural, Igualdad, Fomento del Empleo, Participación Ciudadana o Comercio y Pymes, entre muchas otras.
La cuestión a debate es si los presupuestos, en su conjunto, satisfacen económicamente las prioridades políticas de nuestra vecindad, si abordan las verdaderas cuestiones que necesita Sanse hoy para afrontar los próximos años generando mayor calidad de vida en el municipio, mayor estabilidad, mayor riqueza, mayor justicia social, mejor convivencia con nuestro medio natural, más esperanza y más ilusión. Tras analizar los números con frialdad nuestra respuesta es no. Sólo hemos encontrado más de lo mismo, pero esta vez pagado con un dinero que no tenemos.
Mientras Europa y España intentan transitar el camino de la reconversión industrial en clave digital y verde, del fortalecimiento de los servicios públicos y de garantizar derechos sociales, como la vivienda, parece que Sanse está a otras cosas, parece que Sanse aún no toma perspectiva de en qué momento histórico nos encontramos y de la oportunidad que teníamos para aterrizar, por fin, en el siglo XXI.
Las prioridades políticas de un Equipo de Gobierno miope y con poca visión de futuro y de conjunto, desaprovechan unos presupuestos económicamente muy ambiciosos, según servicios económicos casi imposibles de gastar en su totalidad, y que dejarán una deuda en el municipio para los próximos 15 años que no será aprovechada en las actuaciones prioritarias que debería asumir una localidad del tamaño y de la ubicación privilegiada de San Sebastián de los Reyes.
Nuestro voto en contra no consiguió frenar el Anteproyecto de Presupuestos 2022 y la votación salió adelante gracias a la abstención del concejal no adscrito Ismael García. Hoy me despido de vosotros y vosotras triste y frustrado. Mañana seguiremos peleando.