El Ministerio del Interior ha publicado el Balance de Criminalidad correspondiente al año 2021. Sus datos reflejan lo que venimos denunciando desde hace meses el Partido Popular: la delincuencia ha aumentado en Pinto. Según el Ministerio, es preocupante que la criminalidad se haya incrementado un 12,8% en Pinto, concretamente:
Ante esta situación, es normal que nuestros vecinos se pregunten si Pinto es un lugar peor donde vivir desde que gestiona el PSOE y sus socios. Lamentablemente, la respuesta es, sin duda, afirmativa. La inseguridad es un ejemplo más de la situación en la que se encuentra nuestro municipio, abandonado durante toda la legislatura por un Alcalde ausente.
Que crezcan los delitos cometidos en Pinto es la consecuencia lógica de una doble situación: los agentes de la Policía Local no cuentan con los medios materiales y logísticos necesarios y adecuados para desempeñar su trabajo con plenas garantías y cada día hay menos policías en la plantilla.
Respecto a esto último hay un dato escalofriante: en mayo de 2022 hay en torno a 20 policías menos de los que había en Pinto hace años. Somos una ciudad que ha alcanzado los 50.000 habitantes y sin embargo su personal de seguridad ha ido disminuyendo hasta el punto de que hoy solamente hay 45 policías patrullando nuestras calles. Una cifra que previsiblemente disminuirá ya que, al menos, una decena de policías han pedido su traslado a otros municipios –debido a que las condiciones de trabajo en ese Ayuntamiento son mejores que en Pinto- y, además, se van a producir varias jubilaciones, entre otras cuestiones.
Vuelven a ser los vecinos los que sufren las consecuencias de un gobierno incapaz, paralizado y agotado
Estas circunstancias deberían haber llevado al gobierno local a la reflexión y a poner en marcha medidas que aún no ha iniciado. Sin embargo, ¿qué ha hecho el gobierno de Juan Diego Ortiz para evitar esta reducción en el número de agentes? Nada. Ha dejado pasar el tiempo, y hoy podemos afirmar que es prácticamente imposible que se incorpore un solo policía a la plantilla en lo que queda de legislatura.
Mientras tanto, vuelven a ser los vecinos los que sufren las consecuencias de un gobierno incapaz, paralizado y agotado.
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