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En los últimos días un número importante de perros está muriendo en Móstoles y sus dueños y dueñas creen que se debe a un envenenamiento. Al parecer, las calles del municipio madrileño guardan un veneno en polvo de efecto cristalino y de color grisáceo que mata a los canes por inhalación en poco tiempo. A pesar de la alarma social generada, la Policía Municipal ha contactado con la propietaria del que, aseguran, es el único perro fallecido en la zona, "contrastando a través del informe del veterinario que ha sido un fallecimiento por enfermedad común y no un envenenamiento”.

Los vecinos y vecinas ya han entregado firmas en el Ayuntamiento de la localidad para que se realizase una limpieza a conciencia de las calles del barrio PAU-4, zona en la que se inició la movilización, y de otras áreas próximas, como Pradillo. Por el momento la vecindad está preocupara por sus mascotas y muchos de los vecinos y vecinas ya saca a sus perros en parques de municipios vecinos para proteger su salud.

En este sentido, el concejal de Transición Ecológica y Seguridad Ciudadana, Alejandro Martín, ha anunciado que la Policía Municipal de Móstoles ha estado realizado varias investigaciones sobre las denuncias interpuestas, recabando información en varias clínicas veterinarias. En este sentido, cabe destacar que Alejandro Martín asegura que en las clínicas no se ha atendido a ningún perro por motivo de envenenamiento y que en Comisaría no se ha recibido ninguna denuncia en este sentido. "Las clínicas veterinarias están obligadas a comunicar a las autoridades los casos de envenenamiento que hubieran detectado y en Sanidad no se ha recibido ningún informe", explica Martín.

Para evitar frenar la alarma social, los agentes han incrementado su presencia a pie, "estableciendo contactos con los dueños de perros de la zona e informándoles sobre que en caso de que observen alguna circunstancia sospechosas lo comuniquen inmediatamente a la Policía Municipal, llamando al 092", explican fuentes oficiales de la Policía.