La dieta vegana gana adeptos en España. En torno a un uno por ciento de la población es vegano. Esta dieta excluye todos los productos de origen animal desde carne y pescado hasta huevos, leche y sus derivados. Es decir, estas personas limitan su dieta a alimentos de origen vegetal. Esto implica un alto consumo de verduras, carbohidratos complejos y fibra, y tiene un efecto cardiosaludable. Sin embargo, las carencias más comunes de la dieta vegana son la vitamina B12, el calcio, el hierro, la vitamina D, los ácidos grasos omega 3 y las proteínas.
La doctora Mamen Palomo Domingo, nutricionista del Servicio de Endocrinología y Nutrición de los Hospitales Universitarios de Montepríncipe y Torrelodones, afirma que “una dieta vegana bien planificada puede ser igual de saludable que la dieta mediterránea, pero ser vegano no es más saludable. Es una dieta compleja que requiere altos conocimientos y la supervisión de un nutricionista”. Añade que “el desconocimiento y una planificación inadecuada pueden conllevar carencias de algunos nutrientes esenciales, lo que puede dar lugar a problemas de salud”.
En el caso de los menores, la dieta vegana conlleva demasiadas limitaciones. No es la más adecuada para un niño. La doctora Palomo subraya que “la opción más saludable para niños y adolescentes es aquella que incluya la mayor variedad de alimentos posible, como la dieta mediterránea”.