Las cuentas de Renfe se contagian del efecto Covid. El estado de alarma ha provocado una merma considerable en el número de viajeros que se ha materializado en una debacle de las cuentas de la operadora: 420 millones de euros en pérdidas. Son los datos que se corresponden a los trayectos realizados por sus trenes AVE y Larga Distancia, excluyendo los servicios de Cercanías. Así lo ha anunciado el presidente de la operadora, Isaías Táboas.
La empresa ferroviaria deberá acometer reformas estructurales que le permitan afrontar el futuro. Entre las medidas de choque se encuentra la reducción de los bonus de sus empleados.
Entre los ejes principales sobre los que pivotaba el plan de futuro de la compañía ferroviaria se encontraba la digitalización, la internacionalización y el AVE low cost
La incertidumbre ante posibles rebrotes de la pandemia ha derivado en el escepticismo de los usuarios que se resisten a planear desplazamientos. Con la temporada turística en el aire, Renfe asume que deberá replantearse su Plan Estratégico presentado en 2019. “Se trata de una cifra que evidencia la magnitud del problema económico que esta empresa afronta. Tenemos por delante un futuro complicado que nos obliga a repensar la manera en la que estábamos haciendo las cosas”, asegura Táboas.
Entre los ejes principales sobre los que pivotaba el plan de futuro de la compañía ferroviaria se encontraba la digitalización, la internacionalización y el AVE ‘low cost’, una de las iniciativas más ambiciosas y que más expectativas había generado entre los usuarios.