La Plaza de Francisco Ruano, también conocida como Plaza Romana por su pérgola central, ya ha visto iniciadas las obras de recuperación que pretenden mejorar este espacio público central para el barrio de Moscardó, ubicado en el madrileño distrito de Usera. Esta Inversión Financieramente Sostenible (IFS) cuenta con una partida presupuestaria de 529.799 euros; asimismo, se trata de la primera zona verde que, por descentralización, asume el distrito y se prevé que su ejecución finalice en un periodo aproximado de 5 meses.
La transformación integral de este espacio pretende dignificar y suprimir las barreras arquitectónicas que los vecinos reclamaban a través de sugerencias, reclamaciones y un sinfín de opiniones vertidas en plataformas sociales. De esta forma, se pretende invertir la situación actual de abandono y degradación y transformarlo en un lugar atractivo y agradable que fomente su uso. Para ello, la intervención se desarrollará en torno a tres ejes fundamentales: conexiones, espacio principal y zona infantil.
Renovarse o morir
En lo que a las conexiones respecta, se contempla la racionalización de los flujos de paso y supresión de barreras arquitectónicas con el fin de permitir el libre paso de un punto a otro de la plaza. Por su parte, en el espacio principal, se restaurará la pérgola existente, mejorando acabados y actualizando la cubierta que seguirá manteniendo su estética romana. También se ampliarán las zonas verdes e instalación de numerosos árboles, creando una zona de paseo rodeada de jardín y zonas de césped donde la gente podrá sentarse. Además se renovará la pavimentación de toda la zona central de la plaza con materiales antideslizantes de gran durabilidad y se instalará nueva iluminación LED más eficiente. Por último, el proyecto contempla la renovación de la zona de juegos infantiles.